Nacho Vidal, sobre el conflicto con los chicos: "No puedo defender lo indefendible"
"Supongo que me querrás dar un tirar de orejas y lo entiendo", ha sido lo primero que Nacho Vidal le ha dicho a Jorge Javier Vázquez consciente de que su actuación durante los últimos días en la isla no había sido la adecuada.
El superviviente está arrepentido de su comportamiento: “He caído en mi primera regla: porque chilles más no tienes razón”, ha asegurado. Nacho es consciente de que su comportamiento se le ha ido de las manos, parece que lo considera como algo puntual: “Tengo una mecha mucho menos larga que ellos, de sesenta días que llevó aquí perder el control dos o tres de ellos, creo que no es para tanto”.
Le sorprende darse cuenta de cómo la situación en la isla te hace perder el control de una manera “tan bestia”. Jorge Javier le ha explicado que él no es nadie para tirarle de las orejas y que tiene que ser él el que se vea y saber si se gusta o no se gusta. Tras ver las imágenes de su pérdida de papeles, Nacho se ha sonreído porque ha visto cosas que no le han cuadrado demasiado: “Me hace mucha gracia verme chillar solamente a mí porque allí chillamos todos”.
Un comentario ante el que Jorge Javier le ha dejado claro que tenía que tener en cuenta que la producción le estaba cuidando y ha dejado a Nacho sin ganas de seguir defendiéndose porque ha comprendido que el presentador tenía razón y que su comportamiento no tenía justificación posible.
Tras ver las fuertes discusiones que ha protagonizado con Fortu, Jorge Javier ha querido saber qué pensaba de lo que había sucedido y Nacho ha sido muy claro: “Lo que veo es a un tío totalmente desquiciado que pensaba que tenía un amigo”.
En esta ocasión Nacho notablemente afectado, ha vuelto a reconocer que estaba desquiciado, que había sido culpa suya porque en ese momento lo que tenía es que haberse dado cuenta de que Fortu era su amigo y haberse marchado para otro lado.
Nacho asegura que su comportamiento no tiene ningún tipo de justificación y que se debía a que llevaba semanas deseando abandonar el concurso: “Saque un diablo que tenía dentro, no tengo ninguna justificación. He sido una olla exprés que ha explotado, me podéis abuchear y decir todo lo que queráis porque me lo merezco”, ha asegurado al verse fuera de sí.
Los ojos de Nacho se han llenado de lágrimas al escuchar la voz de Franceska, su actual pareja. Francesca le ha repetido continuamente lo mucho que le quiere, le ha recordado el concepto que él tiene de la amistad y le ha dejado claro que para ellos es su ganador. Nacho ha escuchado atentamente a su mujer y le ha hecho especial ilusión que ella y sus hijos llevaban puesto el collar que les había enviado con Isabel Rábago.