Los cuatro supervivientes no han cesado en su empeño de proteger el fuego sobre todo Abraham, "yo no me rindo, hasta el último minuto mantengo yo el fuego en esta isla", ha dicho. Por si fuera poco, en Cayo Paloma comienza a chispear por lo que tienen que estar mucho más pendientes del fuego. Después de la prueba de recompensa, Yong Li se da cuenta que se está volviendo "loco", acaba de ver a dos personas comiendo deliciosos solomillos.