La espalda de Amador, de Katia, las piernas de Chiqui o de Carolina Sobe... los insectos de Playa Uva han llenado de picaduras a sus habitantes, que se han quejado por no poder dormir. Finalmente han sido evacuados a Cayo Paloma. "Mirad cuantas picaduras tengo, no puede estar bien, Chiqui tiene que estar perfecta", ha dicho la superviviente.