Después de ver a algunos de los supervivientes disfrutando de una ducha de agua dulce, entre risas, calvos y ambiente casi festivo, Raquel Sánchez Silva se ha animado a unirse a ellos. Contagiada por el ambiente festivo, la presentadora se ha quitado el micrófono para disfrutar del momentazo que se estaba viviendo en Cayo Menor.