La prueba de recompensa ha sido bastante complicada. Tenían que conseguir las piezas de un puzzle que se encontraban en el agua, salvo la última pieza que estaba enterrada en la arena, y colocarlas perfectamente en una tabla. Solo aquellas que estuvieran bien colocadas en su lugar serían válidas para el recuento. Los 'bonitos' han conseguido el premio: una fuente de albóndigas, y los habitantes de Cayo Paloma se han quedado con las ganas de probarlas.