Tras ganar la prueba de apnea y convertirse en el primer finalista, a Abraham le esperaba una grata sorpresa: el reencuentro con su madre. Ambos se fundían en un emotivo abrazo y no paraban de darse besos hasta que Jorge Javier les preguntaba qué sentían en ese momento. "Estoy increíble, sólo con olerla, después de todo el tiempo que llevaba sin verla, pues fíjate", contestaba Abraham.