Después de su expulsión, Vivi Figueredo se ha enfrentado ante el espejo: "Tengo las cejas más pobladas que Honduras, pero me veo como si tuviera 20 años". La superviviente llamó primero a su madre y, más calmada, lanzó varios dardos a sus excompañeros: "Me he sentido maltratada por muchos. Primer cobarde, Abraham; segundo cobarde, Diego Matamoros; tercer cobarde y maleducado, Nacho Montes y cuarta maleducada y gritona, Suhaila".