Katia se siente con fuerza. Ganar dos veces la prueba de liderazgo le ha dado un gran empujón y siente que en Playa Uva no tiene rival: "Ninguno de mis compañeros son rivales para mí". Además, le ha confesado a Carolina que está acostumbrada a ganar porque es algo de familia y que por ahora, no sabe que es perder.