La gala de anoche no fue fácil para Chiqui. A su regreso de Honduras, la superviviente ha tenido que hacer frente a las polémicas que han surgido durante su estancia en la isla. Sus padres le dieron una sopresa al recibirla al plató, pero esa felicidad se enturbió rapidamente. Mientras sus padres hablaban con Jorge Javier y daban su opinión sobre el paso de su hija por el concurso, paralelamente, Diego Matamoros hablaba con sus compañeros sobre la acusación que el padre de Chiqui había hecho acusándole de hablar mal de su hija, la superviviente ha tenido que enfrentarse a su compañero pidiéndole respeto, muy enfadada: "¿Tienes algo que decir? Respeta a mis padres que están hablando".
Pero la noche no había terminado y a Chiqui le faltaba enfrentarse a lo más duro: los vídeos en los que se mostraba todo lo que había ocurrido con su marido durante su estancia en Honduras. Entre lágrimas, Chiqui aseguraba que no sabe si seguirá con su marido porque necesita saber qué es lo que había pasado realmente porque Borja le había contado lo que había querido y a su manera. Lo que sí que tenía claro es que lo hablaría en su casa y no en los platós de televisión.
Fue una mala noche para Chiqui en la que su única alegrua fue reencontrase con su amigo con Jorge Javier que supo sacar a la concursante una sonrisa en los peores momentos. El presentador le cogió en brazos dándole vueltas por el plató y consiguió hacerle reir y hasta bailar al más estilo Katia Aveiro.