La última prueba del líder fue una auténtica lucha de titanes. Con un "No me rindo" y varios gritos de guerra, Rafa Lomana aguantó 4'52'' plantado frente a la lengua de fuego y batió todos los récords. Claro que Abraham, que la disputó después de él, no se quedó cortó, superando los cinco minutos y proclamándose líder una noche más: "A muerte".