Esta semana una triste noticia nos encogía el corazón. La actriz Verónica Forqué acababa con su vida tras sufrir varios episodios de depresión en los últimos años. Verónica ponía así fin a una etapa complicada en la que le había confesado a sus más allegados que no se encontraba bien, que atravesaba por un mal momento.
Fallecía a los 66 años dejando a sus familiares y amigos tremendamente sorprendidos y hundidos, pero este programa ha podido saber que los últimos movimientos de la actriz eran llamativamente sospechosos. Al parecer, Verónica llevaba semanas desprendiéndose de sus objetos personales y cotidianos: "Comenzó a regalar entre sus vecinos sus cosas personales como un robot de cocina o una plancha eléctrica".
Son los propios vecinos de la actriz los que aseguran que paseaba ocultándose, acompañada únicamente de su perro y que apenas se veía con nadie: "Además de regalar sus cosas apenas bajaba a la calle, y si salía lo hacía escondida bajo un gran gorro y unas grandes gafas de sol".