Es una de las noticias de este verano. Enrique Ponce y Paloma Cuevas han roto su relación tras décadas de matrimonio y el torero ha ocupado de nuevo su corazón con la joven Ana Soria, una almeriense estudiante de derecho de la que se siente completamente enamorado, tal y como él mismo ha reconocido en sus redes sociales.
Este pasado sábado, el diestro volvía a los ruedos con una corrida en Osuna, Sevilla, y tenía un recibimiento a las afueras de la plaza que seguro jamás habría podido imaginar. Entre el público, lejos de aplausos al unísono, se escuchaban abucheos al diestro. El motivo no era otro que la forma en la que Enrique está llevando su nueva relación: "¡Viva Paloma Cuevas!".
Una de las aficionadas taurinas explicaba para los micrófonos de 'Socialité' que entre muchos de los seguidores del torero no se entiende la actitud de Enrique exponiendo tantísimo su amor por Ana: "Paloma es toda una señora, siempre lo ha sido y siempre lo será, ella sí".
Según hemos podido saber, los toreros tienen por costumbre realizar una cruz con el pie en el albero antes de entrar al círculo central y enfrentarse cara a cara con el toro. En esta vuelta a los ruedos, Enrique Ponce ha querido tener un tremendo gesto de amor dibujando con su pie derecho una letra "A" en lugar de una cruz. Una muestra de que lo que siente por la joven almeriense es auténtico amor: "Está como un adolescente", comentaba María Patiño, "con Paloma Cuevas no recuerdo que haya tenido ese detalle en ninguna corrida".