¿Cómo se lleva ser dos?
Bien (risas), llevo 14 años con la Steady y ya somos uno. La llevo pegada a la cintura, con un arnés en un chaleco del que sale un brazo, abajo van las baterías y arriba la cámara. Es un sistema de equilibrio que nos permite hacer travellings sin tener que parar por un escalón o por una silla. Se mueve más dinámicamente y además somos un solo cerebro, no tienes que contar con el maquinista como sucede en el travelling.
¿También hace la vida más fácil a los actores?
Sí, no les condicionas tanto con marcas en el suelo, este sistema se usa mucho en series. No tienen que clavarse en marcas y eso les deja más espacio para soltarse en su interpretación.
¿Quién da mejor en la Steady?
Amaia Salamanca (Cata) tiene muchos registros, da muy bien y es muy espontánea... también María Castro (Jessi) pero lo que yo busco en mis actrices (les digo 'mías' porque cuando las ruedo están a mi cuidado y busco siempre favorecerlas lo más posible) es la belleza de sus caracteres, además de la obvia física. Busco la belleza de su interpretación, el matiz, la arista. Si no sería sólo una modelo.
¿Y de los chicos?
Me gusta como está Andina (Pablo) y El Gato (El narco Mejía). El Gato me tiene sorprendido, está bordando el acento mexicano a pesar de ser argentino. No usa un solo verbo coordinante entre las frases y al final acabas entendiéndole. Ha hecho muy suyo el personaje. La Roca (Manolo Cardona) también está magnífico, pero está interpretando a un poli español con su acento característico siendo colombiano y tiene que hacer un gran esfuerzo para olvidarse de ello.
Rossetti rodando con la Steady Cam y parte de su equipo
¿Cuántos sois en el equipo de cámaras?
Dos cámaras y dos operadores, aunque a veces necesitamos refuerzos.
¿Sufre mucho la espalda con la Steady Cam?
Tira mucho de las lumbares y destroza las rodillas. Ten en cuenta que voy siguiendo a los actores en la secuencia y si se agachan o se levantan, yo también con mis más de ciento treinta kilos colgados (treinta y tantos de la cámara y el reto míos). O si en mitad de la toma se clavan en un sitio de golpe, yo debo mantener el equilibrio tal y como quedé, a veces con un pie, a veces cruzado, para que el movimiento no se vea en la toma.
¿Repetís mucho las tomas?
No, lo normal. He trabajado en cine ('El laberinto del fauno', 'Al sur de Granada', etc) y en las series estás más salvado. Tienes varias cámaras a la vez y si tu toma no ha funcionado por lo que sea, hay más alternativas. También es mucho más rápido todo. Con El Duque a veces sí tuvimos que repetir alguna vez más porque igual se nos embrollaba de repente.
¿Con rodajes de más de 10 horas tenéis buen ambiente entre el equipo?
La verdad es que sí, si no sería difícil mantener el ritmo. En esta serie tenemos un rollo muy particular, muy bueno. Salimos por ahí, hace tres semanas nos tiramos en paracaídas algunos, en un mes nos vamos a León a hacer una ruta espeleológica... Los rodajes siempre son duros, así que menos mal que nos reímos: Se notará en el resultado.
Miembros del equipo de Rossetti en diferentes escenarios de la tercera temporada