La tensión acumulada comienza a hacer mella en Sebnem. Y es que, debilitada por la infección provocada por la puñalada que le propinó Niyazi, la joven requiere de los cuidados de Mesut. Un Mesut que no duda en alojarla en su casa hasta que esta se recupera.
No obstante, Mesut, policía también en sus ratos libres, no duda en seguir a cabo con su investigación y le pregunta el origen del mareo, ya que le resulta raro que esa puñalada se infecte tan rápido. Lo que no sabe este es que esa puñalada se la propinó Niyazi, clave en todo el suceso que está investigando el policía.
Por otro lado, Sebnem no duda en aprovechar esa estancia fuera de casa para pasarle a Onur la foto en la que se le ve a este con Melisa, su exnovia de toda la vida. Una foto que utiliza para que este no se pregunte dónde ha estado todo ese tiempo fuera.
Al volver a casa, Sebnem se muestra reticente a hacer las paces e intenta tomarse un respiro en su relación. Pero Onur parece que no está por la labor de dejar pasar el tema y no hablar las cosas, por lo que un día le espera en casa y tienen esa conversación que, quizás, tanto necesitaban los dos.
En primer lugar, Sebnem le señala que juntos han construido un mundo: "No quiero que esto sea una carga. Si te has cansado, pues ya está. Bueno, puedes irte si quieres, no te voy a obligar a quedarte...". Tras estas palabras, le pide lo siguiente: "Debes respetarme".
"A mí y a todo lo que vivimos. Solo respétame y ya está. Mira, lo que hagamos debemos hacerlo con respeto. Pase lo que pase debe ser así", añade Sebnem, para posteriormente subrayar que no quiere que se sienta atrapado, simplemente que haga lo que le nazca. Onur le responde poniéndole de nuevo el anillo de compromiso: "Tal vez sea una señal. Me he dado cuenta de que quiero estar contigo y con los niños". Sebnem acepta y el anillo de compromiso vuelve a su dedo.