“Tus hijas te odian, no tienes dónde caerte muerto y en nada la policía va a descubrir lo que intentabas hacerme”, le dice su mujer cuando se le aparece. Atormentado, destrozado y sin salida, el viudo de Elvira decide acabar con su tormento: suicidándose. Su hija se lo encuentra ahorcado en la habitación.