Ella vende robots de cocina pero, lo que es vender, no vende mucho: “Este año 3”, cuenta esta madre de familia. No da abasto entre el trabajo, los niños, la casa, las extraescolares… ¡y además pertenece al AMPA!
Lourdes es una mujer de armas tomar que no tiene miedo a nada y que es capaz de multiplicarse para solucionar todos los problemas. “Me considero una persona fuerte, dura… soy funcionara”, matiza. Casada con un policía y trabajando en una comisaría, no se puede creer que haya participado en la muerte de una persona.
Virginia es una mujer que se emociona con facilidad, embarazada y a la que la situación la está superando por completo. No le le va bien en su día a día, su relación amorosa está estancada, en su trabajo en el supermercado no la valoran y, encima, para poner la guinda al pastel, se convierte en una de las cómplices de un asesinato.
Amparo es una abuela, portera, con el azúcar por las nubes y con un marido en estado vegetal. No se corta un pelo y es capaz de todo: “Si hay que arrastrar un cadáver por un callejón oscuro… pues de perdidos al río”. Amante del olor de la lejía, no tiene ningún reparo en remangarse y ayudar a sus amigas del AMPA para no dejar rastro del asesinato.