Reme descubrió por casualidad una receta. Su nieta echó en la masa de las magdalenas sus gotas para la hiperactividad. La suegra de Lourdes invitó a las miembras de la asociación y se volvieron locas. Y es que se dieron cuenta que uno de los componentes de esas gotas eran las anfetaminas. Así surgió su negocio.
El lugar donde comenzaron a distribuirlo fue el parque, ahí vieron que las madres eran clientas potenciales: necesitan un chute de energía. Poco a poco se dieron a conocer y el negocio comenzó a prosperar. Pero de repente, llegó otra narcotraficante a hacerlas la vida imposible y a quitarlas sus clientas.
"Esta es mi zona", le dice, y nadie más puede vender allí. Así que hay unas normas toda la mercancía nueva pasa por ella. Si quieren vender allí le tienen que dar el 50% de los beneficios.