Carmona tiene un claro objetivo, quiere cargarse a Mayte (entiende que es la líder de la banda de las señoras y están siendo un problema para ella, además quiere sus 50.000 euros). Después de buscarla por toda la convención, y acosarla por todas partes: en la discoteca, en el cóctel, en la sauna… Mayte llegará a pensar que quiere algo con ella. Pero lo que realmente quiere es acabar con su vida.
Tras la fiesta, la jefa de los sicarios la esperará en la habitación, pero algo hará que Mayte no entre y no se la encuentre, pero la que sí lo hará será la limpiadora. La pobre entrará para hacer la habitación y se encontrará con Carmona, quien la disparará sin piedad: “Esto ya es matar por matar”.
La convención llegó a su fin y toca irse a Madrid. Después de darle su merecido a las ‘millenials’, Begoña y Mayte se van para casa en el coche de esta última. Cuando se montan, no consiguen que arranque, así que se van corriendo al bus de las demás turbovendedoras. Mientras empiezan a dejar las maletas y el microondas que le ha tocado a Mayte en la rifa, el coche explota.