La otra cara de la moneda
Los que sí duermen pegados son Sandra y Julen. Los tortolitos viven su momento más dulce después de que el muchacho tuviera la oportunidad de resarcirse de su 'traición', poniéndose esta vez él en la palestra y convirtiendo a su chica en inmune. En este punto, me despido ¡Buenas madrugadas!