Llega la primera prueba a la casa
Héctor aparece con un platito con una especie de pizza que les ofrece a sus compañeros. Todos cogen un trocito porque tienen hambre y Héctor asegura que en media horita estará lista la comida. Bueno... eso esperan ellos. Siguen sentados al sol mientras charlan un poquito y sus compañeros hacen la comida. Está todo bastante tranquilo, tanto, que ya se les ha olvidado lo de la bola gigante.
Hasta que les llaman para reunirse de nuevo en el salón y leer la primera prueba. ¡Qué emoción! En el salón hay otra bola, un poco más pequeña, de color rosa. Les llaman la atención por jugar con las bolas de las pruebas.
Carlos y Colchero leen las instrucciones de la prueba que será para aprender a trabajar juntos. Deberán sujetar la bola gigante entre todos y responder a un cuestionario. Finalmente, tendrán un examen de reconocimiento para ver si han aprendido o no. La prueba empieza cuando les digan: "¡Todos a una!" y tendrán 30 segundos para acudir. Deberán parar lo que estén haciendo para atender la prueba. La bola no puede tocar el suelo ni las paredes.
Pero hay otra parte, en la que dos personas deberán sujetar la bola pequeña desde que suene una alarma y hasta que finalice. Evidentemente, se tendrán que ir intercambiando entre ellos pero siempre tiene que haber dos personas. Y no se puede caer ni tocar las paredes. Es importante que en el cuestionario siempre respondan lo mismo y sean concisos. Se pone interesante esto. Además, así podremos conocerles mejor.
En este punto me despido. Muchas gracias por estar ahí y bienvenidos, de nuevo, a este minutado. Nosotros nos leemos el lunes, pero podéis seguir muy atentos a todo lo que pase esta tarde con mi compi. ¡Que seáis muy felices, secreters!