Silencio total
La casa ya lleva un buen rato en silencio. Todos duermen plácidamente. En este punto me despido ¡Buenas madrugadas!
Buenas noches amigos. Como cada viernes hay fiesta y en la casa reina una especie de calma tensa. El personal está más relajado tras la marcha de Frigenti, pero recela de la nueva inquilina, Adara, que se ha pegado a Cristina y Luca para formar un nuevo trío. Los tres hacen vida aparte del resto y hacen trajes cada dos por tres. Justo en estos momentos, Cristina raja de sus enemigos porque al parecer la han invitado a cambiar de cuarto. "Me están echando. Pues ahora me quedo", suelta mosqueada. Con este panorama, conectamos con la casa.
La casa ya lleva un buen rato en silencio. Todos duermen plácidamente. En este punto me despido ¡Buenas madrugadas!
Sandra y Julen vuelven a dormir muy pegados. Él dice que tiene frío y ella se acerca un poco más para ponerle remedio. "¿Tienes frío? Yo estoy calentita", suelta ella. Y después hacen un poco de cucharita.
Luca y Cristina son los únicos que quedan en pie. La muchacha cree que hay que aprovechar. "Podemos comer lo que quieras. Estamos solos", recalca. Y se hacen unos sandwiches con pavo, jamón y queso.
Dani estaba durmiendo, pero se ha despertado por una pesadilla y ahora se come un cuenco de cereales. Todo el personal, menos durmiendo y Adara anuncia que también va a meterse en el sobre.
Luca cuenta que en los realities de Italia se hacían bromas muy fuertes. Una vez le tiraron agua con harina. Cristina lamenta que, en cambio, en la casa de los secretos "no se pueden gastar bromas". El italiano concede: "Imagínate, si por esconder un peluche de pusieron así y dijeron que menuda falta de respeto", recuerda. Por su parte, Adara está en modus travieso y planea hacer una broma a pesar de todo. Se siente legitimada después de sufrir la broma del preservativo con la leche de avena. Quiere despertar a los que están durmiendo y después esconderse.
Luca y Cristina charlan sobre lo divino y lo humano. Ella cuenta que se siente orgullosa porque ha triunfado a nivel profesional, pero le queda pendiente la maternidad para hacerlo a nivel personal. Mientras charlan, se acercan físicamente y se comen con las miradas.
Julen no logra quitarse la pintura negra de la cara y Sandra se lo cuenta, muerta de risa, a Luis, que también se desternilla. Finalmente, Sandra le aplica un remedio en el rostro. Le unta una crema blanca para arreglar el desaguisado
Luis cuenta que Edmundo se comía los kiwis con la piel y ahora buena parte de la casa imita esa costumbre. Además, se limpiaba los dientes con bicarbonato. Adara, a juzgar por su cara de asco, no está por la labor de incorporar estos hábitos.
Los Gemeliers y Luis le cuentan a Adara que una noche escucharon una voz de una niña gritando mamá. Al principio pensaron que se trataba de una broma, pero después se percataron de que realmente se trataba de la voz de una menor. Recuerdan que Edmundo se despertó y comenzó a leer la biblia. "A mí estas cosas me dan mucho cague", reacciona Adara.
El personal ya no tiene ganas de bailar y hay que buscar una nueva forma de entretenerse. Después de criticar un poco al personal, Luca y Cristina han encontrado un nuevo pasatiempo: dar toques a una pelota con la cabeza. Adara les mira con cara de aburrimiento.
La fiesta decae un poco y que mejor manera que evitar el aburrimiento que criticando a los demás. "Es que no hay gente divertida en esta casa. No hay gente joven", lamenta Cristina.
Los Gemeliers tienen un plan para las navidades: alquilar una casa grande en Londres, con jardín y chimenea, para disfrutar de la ciudad todo nevada.
Cynthia dice que está harta de evitar el conflicto. "Para lo que me queda en el convento...", avisa. De ahí que se enfrentara a Cristina por la cama de Miguel. Después especulan con la expulsión del próximo jueves y se muestran pesimistas. Creen que Luca será el primer salvado y recuerdan que Cristina es la favorita del público.
Uno de los que mejor se lo pasan es Luis Rollán, el alma de la fiesta. El muchacho canta los temas de Alaska a voz en grito y hace la performance propia de los cantantes.
Buen rollo general. Por primera vez en mucho tiempo vemos a los grupos mezclados en una fiesta. El trío baila junto a Julen, Canales y Lucía. Cristina le pide a la más veterana una parte de su atuendo para Luca. "Os lo dejo si me decís las nominaciones", bromea la más veterana.
Cynthia comenta que Cristina se ha mosqueado con ella. "¿Por qué le tengo que pedir permiso para dormir en la cama de Miguel?", se queja. Al parecer la presentadora dice que le prometió a Frigenti que si se iba ocuparía su cama. "Utiliza a Miguel para dormir al lado de Luca", opina Fiama.