08.00 - 16.00 | Emmy se alía con Frigenti y Cristina

Y con los concursantes comiendo, me despido. Gracias por leerme. Feliz miércoles y... ¡Hasta luego, Lucas!

Los concursantes se sientan en la mesa para comer. Lo cierto es que cada día lo hacen más tarde. Un jueves vamos a conectar con ellos en directo y los vamos a pillar con el postre. Seguro que se les atraganta. Fiama falla a su palabra y no sigue la dieta de las naranjas. La comida tampoco es más ligera que otros días. Todo sigue igual. No hay cambios en cocina.

Cristina y Luca hacen las camas con la tónica habitual de su relación. Tonteo sí. Tonteo no. Luca dice que no quiere que Emmy, perdón, Cristina, se acostumbre a que él le haga el café todos los días por la mañana. Dice que él es más de sorpresas. El Romeo italiano. Ella se acerca hasta límites sospechosos y le toca el pectoral mientras hablan de no se qué. Me he perdido.

Llega el momento de ensayar el baile al segundo grupo: el público. De momento todo pinta como un colorido y gran cuadro. Los protagonistas, Luca y Emmy, también ensayan.

Cynthia recomienda a Emmy que se quite los tacones para los ensayos pero la alemana dice que no, gracias, que está bien con ellos. Emmy baila muy bien pero me asusta que se pueda caer de morros porque constantemente tiene la lengua entre los labios y los dientes. Debe ser una técnica para poner cara sexy. La veo y me pega como integrante de las Sex Bomb. Loli de Albacete, Yola Berrocal, Sonia Monroy y Malena Gracia. Podría ser una buena idea para volver a los escenarios. Que lo piensen.

En la señal 1, los concursantes ensayan el musical. Así que me paso a la señal PLUS y me encuentro uno de los momentos más esperados del día. Fiama y Cyhntia hablan con Frigenti en el baño sobre su ruptura amistosa con los gemelos. Se viene salseo. Fiama empieza diciendo que entiende a Jesús y confiesa que el gesto que Miguel tuvo durante la gala con los gemelos no estuvo nada bien. El colaborador se defiende, está molesto y dice que ya no va a callarse ni una más: "Si me ponen vídeos y me apetece opinar lo voy a hacer". Frigenti dice que a partir de ahora va a hablar de lo que le dé la gana y confiesa que muchas veces se ha sentido "gilipollas" con muchas personas dentro de la casa. Gemeliers, daros por aludidos. El de 'Sálvame' dice que se le ha hecho pagar un precio muy alto por absurdeces y que ya no va a pasar por el aro de nadie.

Miguel reconoce que los gemelos no son malas personas pero opina que están actuando con miedo dentro del concurso. Considera que está viviendo en una dictadura y dice que está cansado de vivir con Mery Poppins (Lucía Pariente) y los cocineros/cantantes. Fiama critica que Miguel ponga motes a sus compañeros y dice que siempre peca de querer empezar de cero con todo el mundo pero termina sacando caquita del pasado. Un borrón y cuenta nueva un tanto cuestionable.

Miguel, en su realidad, asegura que no ha tenido grandes movidas con nadie dentro de la casa y que por eso no es justo que lo llamen "destroza vidas". Fiama le intenta hacer entender que Jesús solo intentó proteger a Dani porque es más impulsivo que él pero para Miguel un amigo de verdad no se distancia de ti solo porque estás en el punto de mira. El colaborador desconfía de las verdaderas intenciones de los artistas y recomienda que Jesús controle más a Dani en la cocina porque "no para de decir tonterías" que los demás no tienen por qué escuchar. Ahí la llevan. Miguel va a degüello y dice que no le apetece aclarar las cosas con ellos y que si lo arregla será fuera de la casa. También asegura que defendió a Emmy porque mucha gente no aguanta a la alemana pero luego en el directo le van sonriendo. En resumen: no hay tregua. No hay reconciliación.

Me paso a la señal PLUS y me encuentro a Miguel y Cristina hablando en el baño. Pillo la conversación empezada pero Cristina dice que está "harta", supongo, de polémicas. Miguel parece que no tanto y critica que si Julen no "caga" no es por su culpa. Miguel lo critica todo. Desconozco la relación que tiene el de 'Sálvame' con el estreñimiento de Julen. Cristina también dice que hay gente en la casa que se piensa que ella es tonta pero que en verdad es muy lista. Miguel critica que hay gente que se cree que es la dueña de la casa: "Y ya me están tocando la moral", advierte. Cristina le manda callar porque Fiama está a punto de entrar en el baño. Los dos disimulan cambiando de tema. La periodista es bastante más astuta que su compañero.

En cuanto Fiama sale del baño, retoman la conversación. Cristina dice que no se siente mal por estar pensando en los puntos de las nominaciones porque ellos son minoría y no les queda otra opción que jugar. Miguel le pregunta por Luca y Cristina dice que con el italiano no hace falta hablarlo de manera directa porque ella ya cuenta con él en su equipo. Quieren una estrategia discreta.

Los concursantes empiezan los ensayos del musical. Frigenti lee las normas para poder superar esta prueba semanal.

Los concursantes ven el baile que van a tener que imitar y celebran que parece fácil. Dicen que lo van a hacer de muerte. Pa' morirse. Veremos si esto termina siendo algo bueno o malo.

Hay un pequeño momento de tensión entre Isabel y Cristina. Los concursantes se dividirán entre público y artistas de un cabaret. A la segunda le ha tocado actuar de público y se queja de que no ha podido elegir su puesto, como han hecho el resto, porque estaba en el baño. Isabel insiste en cambiarle su papel pero Cristina se niega. Isabel insiste. Cristina se niega. Isabel insiste con más fuerza. Cristina se vuelve a negar con rotundidad. Y así podemos seguir hasta mañana. Rábago entra en bucle y no para. Al final Cristina tiene que decirle basta. Se agradece. El espectáculo debe continuar. Ensayan los artistas.

Julen le cuenta a Frigenti que no puede ir al baño. Dice que esta mañana se ha tomado un café, un kiwi, un bombón, una tostada y nada, no hay manera de evacuar. Dice que va a intentarlo de nuevo. No promete nada. No tiene esperanzas.

En la cocina, Jesús le dice a sus compañeros que nota que esta mañana Frigenti le esquiva y le evita hasta la mirada. Para el cantante es normal porque dice que Miguel sentirá "vergüenza" después de haberlo traicionado en directo. Fiama dice que ella tiene pensado hablar con él a solas sobre este tema y Lucía les recuerda a todos que esto es un juego y han venido a jugar. La madre de Carrillo dice que hará todo lo posible por llevarse los 100.000 euros de los premios y que no piensa volver a bajar la guardia como le pasó ayer en la gala. Esto es la guerra.

En el vestidor, Miguel, Cristina, Luca y Canales hablan sobre nominaciones. Cristina le dice a Canales que se ande con pies de plomo porque él va a ser uno de los siguientes en caer por el grupo mayoritario cuando ellos vayan siendo expulsados. Cristina intenta que el torero haga piña con ellos en las nominaciones pero Antonio no parece del todo convencido. Cristina insiste pero Canales no se casa con nadie. Pide tiempo.

Acto seguido, Cristina le pide a Miguel que quiere hablar con él en privado. La periodista le dice a su amigo que ahora le toca a él hablar con Edmundo para intentar que se una a ellos de cara a las nominaciones. Miguel responde que no quiere ir con el cuento al ex de María Teresa Campos hasta que no sepa si se salva o no y dice que prefiere hablar con Emmy. Lo tiene claro.

Dicho y hecho. Frigenti va al baño y le dice a Emmy que si no se une a Cristina y él para dar sus votos, ellos tres van a salir siempre nominados. Miguel dice que tienen que buscar una cabeza de turco para darle los tres puntos. El colaborador reconoce que igual no son amigos dentro de la casa pero insiste en que tienen que unirse para que otra persona suba a la palestra. Es cuestión de vida o muerte. Emmy acepta. Miguel se autodenomina "Club de los dignificados". Luca, que también forma parte de este plan de emergencia para no salir nominado, propone otro nombre: "El club de los marginados".

De vuelta al vestidor, Miguel le dice a Cristina que ha convencido a Emmy en un tiempo récord: "Que dice que sí, mira lo que he tardado", celebra su hazaña. Miguel Frigenti se quiere y se admira. Miguel no necesita abuela. No hay dos como él.

Ahora en el jardín, Sandra le cuenta a Isabel lo de su pillada a Cristina y Frigenti en el baño. Sandra insiste en que ambos decían que no se creían a Jesús y le cuenta a Rábago que ella le plantó cara a Cristina y le dijo que a partir de ahora la iba a nominar siempre. Sandra critica que Cristina y Miguel sean unos frikis de los realities y estén actuando con estrategia pura.

En la señal PLUS, Isabel critica que Edmundo dijera que prefería que se salvara Miguel antes que él. La colaboradora dice que después de la gala el humorista le dijo que realmente no quería irse. Isabel ni lo pilla ni lo comprende. Por un momento Rábago piensa que Edmundo está en el jardín escuchándola y se le cambia la cara. Falsa alarma. Puedes seguir con tu traje.

Luis aparece en escena y bromea con que esto es "la casa de la reyerta". No podía haberlo definido mejor.

Miguel y Cristina hablan a solas en la cocina sobre todos los conflictos que tuvieron anoche. Cristina dice que no quiere llorar en la siguiente gala y le recomienda a Miguel que solo se preocupe de sentirse bien consigo mismo. Además, Cristina se ríe de que durante la gala Lucía no fuese capaz de dar ni un solo argumento de por qué la llamaba mala persona. Dice que por lo único que le preocupa es por su madre. Cristina le pide a Miguel que si él es el expulsado ruegue que ella vaya a despedirlo a la sala de expulsiones. Pero parece que Miguelito, pese a todo lo que dice, no tiene intenciones de abandonar la casa este jueves. Tiene esperanza porque dice que Edmundo ha sido el que ha hecho la curva de la vida antes de su posible expulsión.

Miguel y Cristina hacen cábalas sobre las próxima nominación. Parecen matemáticos repartiendo puntos imaginarios.

En la cocina, Cristina le cuenta a Luca que, ayer después de la gala, Sandra escuchó la conversación que ella y Miguel estaban teniendo en el baño y la utilizó para meter "mierda" a Jesús. Cristina explica que ella dijo que le costaba creer que Miguel le hubiera dicho a Jesús que se posicionase pero que en ningún momento lo hizo llamando mentiroso al Gemelier. Luca escucha y asiente. Cristina critica la actitud correveydile de la Pica.

En el vestidor, Isabel pregunta por el mismo tema a Jesús. El cantante mantiene que Miguel le ha pedido en varias ocasiones que se posicione y que, además, le pidió que le acompañara al cubo para pedir a sus fans que le salvase. La Rábago se pregunta, con más intención de la que quiere hacer ver, si los fans de cada uno no son propios o aquí s comparte ya todo.

Los concursantes desayunan, que no lo había dicho.

Sandra se levanta con un vestido lencero y Lucía le dice que duerme demasiado mona como para no haber descubierto el secreto de Julen y su pito dolphin warrrior. Sandra con cara de póker no sabe qué contestar. Lucía se descojona sola. Literal.

Cristina se levanta y aparece por la cocina pero Lucía ya no está en las proximidades. Maldición. La periodista se abraza con Luca y se mete en la despensa para preparar su desayuno.

Mientras tanto, Sofía ordena las narajas. Esas con las que Fiama dijo que iba a alimentarse toda la semana.

Miguel también entra en la cocina. Gafas de sol puestas, como no. Los concursantes celebran que hay pan recién hecho y se preguntan quién lo ha hecho. Ha sido Bigote. Bigote Panadet.

Isabel Rábago aparece en escena y da los buenos días a Cristina. Abrazo cariñoso. Miguel no estaba mirando. Mier**.

En la cocina, Lucía habla con Luca sobre el incidente por el pan que tuvieron ayer después de la gala. Lucía dice que ella no ha venido aquí a educar a nadie pero Luca responde que Lucía está pagando con él su bronca con Frigenti y Cristina. Lucía llama a la pareja "sin vergüenzas" y dice que con Luca ya está solucionado. Se ha levantado calentita. Hoy hay movida.

Sofía Cristo pregunta a Lucía si ha dormido bien y la madre de Alba Carrillo responde que ha "reseteado". Por su forma de hablar, sus bruscos movimientos al moverse y por lo que la conocemos, puedo decir que Lucía está que fuma en pipa.

La música empieza a sonar para que nuestros concursantes se levanten. Las luces se prenden. Poco efecto. Escaso. Ninguno. Las sábanas hoy están realmente pegadas. Casi más que el tema 'Niña de la escuela' de Lola Índigo que está sonando.

¡Aleluya! Lucía se reincorpora de la cama, se hace una coleta y se va a la cocina. Allí está Edmundo, el madrugador por excelencia de esta edición. Lucía se prepara el desayuno.

No se oye ni un alma en la casa. En teoría hay 16. De vez en cuando subo y bajo el volumen de la televisión para comprobar que no se me ha quedado la imagen congelada... pero no. Duermen como lirones. Lucía sigue en la misma posición.

Me he fijado que en esta casa hay una tendencia por dormir con las manos entrecruzadas. No es un dato que aporte nada interesante, pero por hablar de algo. Aquí nadie se levanta.