Luca y Miguel no llegan a ningún acuerdo. "Si me quedo mañana, nuestra relación depende de nosotros dos", concluye el de Sálvame. Mientras tanto, Adara entra por segunda vez en el vestidor. Al parecer se le ha olvidado coger una cosa: "Lo siento, parece que lo hago aposta, pero no...", justifica. "Estás en tu casa", reacciona al italiano. Cuando la muchacha pone pies en polvorosa, Luca vuelve a la carga para rajar de ella: recuerda que ayer la repescada se tronchaba de risa cuando Isabel estaba llorando y eso demuestra mucha falta de sensibilidad. Miguel le resta importancia a ese comportamiento porque no se creyó las lágrimas de Isabel.
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Adara, Miguel y Luca, en el vestidortelecinco.es