Gasolina para la primera final
Mañana a estas horas uno de los finalistas ya estará fuera de la casa. Con el personal cogiendo fuerzas para la gran cita, me despido ¡Buenas madrugadas!
Buenas noches amigos. Estamos a menos de 72 horas de saber quién va a ganar Secret Story. Los finalistas llegan con las fuerzas justas, pero están dispuestos a dar el último empujón por alzarse por el triunfo. En la casa conviven una pareja de hermanos amorosa y otra amorosa que no se pueden ni ver. En medio, se sitúa Luis, algo más afín al dueto romántico. Con este panora, conectamos con la casa.
Mañana a estas horas uno de los finalistas ya estará fuera de la casa. Con el personal cogiendo fuerzas para la gran cita, me despido ¡Buenas madrugadas!
Todos en el dormitorio, metidos en sus camas. Antes de ponerse en los brazos de Morfeo, Luca le da unos cuantos besos en el cuello a Cristina.
Cristina y Luis tienen uno de esos momentos de pura nostalgia, cuando sabes que queda muy poco para que algo acabe y empiezas a recordar todo lo vivido. Repasan las pruebas, los momentos graciosos y un sinfín de impresiones pasadas.
Cristina y Luis rajan de Lucía. Recuerdan que la más veterana afirmó que el presentador saldría de la casa en cuanto saliese nominado. "Luego la gente dice que Lucía dice verdades como puños", lamenta la reportera.
Luca suelta el siguiente comentario, más o menos en tono de broma: "Lo que pasa en vacaciones se queda en vacaciones". Entonces, Cristina también, medio broma medio en serio, amenaza con vigilar todos los pasos de Luca cuando salgan de la casa: "Soy periodista deportiva, pero investigando no me gana nadie", asegura.
Cristina comenta que cuando salga de la casa no piensa seguir por las redes a sus enemigos de la casa como Lucía Pariente. No entiende que haya gente que la siga por las redes si la odian. Recuerda el caso de un hater que le escribía todos los días para criticar todo lo que hacía.
Cristina se queja de las críticas que ha recibido la pareja. Asegura que les han atacado con mentiras y recuerda que "algunos han salido de aquí la primera vez que han salido nominados". Opina que algunos no les "tienen respeto" y Luca calfica los ataques recibidos de gratuitos.
Mientras los gemelos duermen, Cristina y Luca improvisan una partida de basket. Se trata de meter una pelota pequeño en una caja. La reportera transforma su primer lanzamiento, el italiano alaba su tiro y ella saca pecho: "Se llama técnica". Después Luca trata de desconcertar a su adversaria haciendo pedorretas en el momento del lanzamiento. "Eres un mal perdedor. En la vida hay que aprender a perder", se queja ella. Además, amenaza con dejar de jugar y tacha a su oponente de tramposo.
En el dormitorio, el personal mantiene una charla sobre cotilleos de famosos. Sale el nombre de Iker Casillas y Sara Carbonero. Luis, el amigo de los famosos, tiene buenas palabras para los dos. Al primero apenas le ha tratado, pero tienen amigos en común que le han dicho que Íker es muy majo. De Sara afirma que es "una mujer muy dulce, un amor de persona".
Luca reprocha a Cristina que haya dicho que el momento de más placer en la casa ha sido cuando comió anoche un trozo de jamón. "No dijiste que un beso mío o dormir conmigo", lamenta. Cristina lanza balones fuera. Un poco después, Luca cambia el tercio y muestra su cara más amable con su chica cuando esta lamenta verse hinchada. "Estás muy bien amor. Tienes muy buen tipo y ni siquiera haces nada".
El personal en el dormitorio teniendo una conversación muy 'profunda' sobre caca, pedo, culo, pis. Bueno para ser precisos la cosa va de cuescos y vómitos. Cristina tiene una duda existencial y se la traslada a Luca: "¿Serías capaz de tirarte un pedo en mi cara?". El italiano ni confirma ni desmiente. Acto seguido, la reportera cuenta una 'simpática' anécdota en la que iba con su ex en el coche y le hizo para un momento. "Abrí la puerta y vomité. Estuvo una semana si hablarme", lamenta.