8.00 - 16.00 | Utilizan la prueba para atacarse entre ellos

En el PLUS, Gemeliers están tranquilamente tumbados en el jardín reflexionando. Dani vuelve a decir que está saturado y que no aguanta más. Su hermano intenta consolarle diciéndole que ya queda poco pero no le convence. "No es que quede poco, es que es lo mismo siempre", dice. Y continúan en silencio disfrutando del sol.

Dani se preocupa por dónde está Sandra. "Ha hecho un concursazo Sandrita", dice. "Es una tía 10, con unos valores y una educación chapó", comenta. Jesús dice que poco a poco se han ido dando cuenta de cómo era ella porque al principio estaban confundidos. "Eso es lo valioso de una relación, que puedas hablar las cosas con una persona", dice. Y sigue dedicándole halagos a Sandra: Es trabajadora, educada, quiere a los suyos, leal...". "Detallista", apunta su hermano. Jesús espera que su relación se mantenga. Esta noche Sandra se juega la expulsión a los hermanos, que ahora mismo es su máximo apoyo dentro, no les gustaría nada tener que separarse de ella.

Jesús le pide a su hermano que le prometa que aunque esta noche le hagan daño a él o a su hermano, él no lo va a hacer porque no es su estilo. "Ten presente siempre a mamá", le pide. Comentan que han disfrutado de la experiencia y que no se imaginaban entrar en un programa así. Además, dejan claro que no se arrepienten de nada.

Yo me despido por hoy. No os perdáis la gala que va a ser intensa. Nos leemos pronto, secreters. Gracias por estar y ¡sed felices!

Luca y Cris ya están en marcha con la comida y esperando a que hierva el arroz. Mientras, no dejan la tarea de las pulseras, no vaya a ser que se les escape alguna bolita. Sandra ha estado un rato tumbada en el sofá pero rápidamente ha espabilado para irse al baño y peinarse. Puesta a punto para la gala, supongo.

Luca, cual ratoncito como dice Cris, aprovecha para asaltar el chocolate del almacén mientras se hace la comida y terminan de hacer las pulseras. Luca se queja de que tiene frío en las piernas y le dice a Cris que le repita un refrán que le dijo pero Cris no sabe por dónde van los tiros.

Vuelve a medirle la pulsera en el tobillo a ver cuánto falta para terminar. Luca se ve las cicatrices que tiene de las pruebas. "Qué desastre", dice. No entiende cómo estando dentro de la casa se ha podido hacer tantas heridas. Siguen discutiendo sobre la pulsera pero parece que Cris ya ha terminado la interminable labor. Y le pide al italiano que le haga una a ella. Luego Cris le pide a Luca que le corte él la pulsera que así el da suerte. "Soy un ritual viviente", se queja él.

Mientras Luca y Luis siguen liados con las pulseritas, Jesús aprovecha para fregar los platos y sartenes que han usado para la comida. Cristina ya ha decidido que es un buen momento para empezar a hacer la comida para ella y para Luca, así que en ello está. Corta calabacines para meterlos al horno y se queja de que no hay patatas. Luca pensaba que lo iban a hacer relleno pero no está la carne descongelada así que toca improvisar: quinoa con verdura y un huevo. Pues muy bien.

Pero ¡sorpresa! Surge un problemilla de última hora: no hay quinoa. Así que Luca pregunta si hay arroz y ya está, solucionado.

Los chicos dan vueltas por la casa porque no se pueden sentar. Jesús ha decidido ir comiendo ya pero Sandra y Dani prefieren esperar. Jesús sufre porque se les va a cuajar el huevo pero a ellos les da igual, les importa más comer sentados.

En el baño están Luca y Luis, quien comenta que está harto de ser un pato mareado con los tacones. Luca aprovecha para peinarse el pelo, que luego le salen rastas. Jesús le dice a Luis que mueva el huevo para que no se le cuaje. Además, Dani está calentando lentejas.

Por fin llega el fin de los tacones rojos y se pueden sentar a comer. Luis dice que es un animal de costumbres y que necesita comer en el mismo sitio. Así que ahora que ya pueden sentarse, comen tranquilamente. Luca mientras se seca el pelo.

Los chicos están muy concentrado comiendo y disfrutando de la comida. Tanto es así, que ni hablan. Solo se oye a Luis canturrear y comentar cosas con Cristina.

La voz les anuncia que ha llegado el momento de ponerse los tacones rojos. Todos salen corriendo a por ellos. Dani le pide a su hermano que se los acerque porque está con la comida y no quiere que se le queme. Es una imagen fascinante verle con los tacones puesto y haciendo los huevos fritos.

Luca no puede ni andar porque además sus tacones no están en muy bien estado. Y sigue discutiendo con Cris si tiene el tobillo ancho o no. Luca dice que se fija en los tobillos y que ahora se lo explica a Cris. Me come la intriga por saber el desarrollo de esa idea.

Sandra aprovecha para poner la mesa porque parece que la comida ya está hecha. He de decir que Jesús se defiende con los tacones como si los hubiera llevado toda la vida. No pueden sentarse a comer así que... o comen de pie o se esperan. Pero parece que prefieren comer de pie. Van a comer Sandra, Gemeliers y Luis porque Luca y Cris han decidido hacerse su propia comida pero no cuándo. Así que nada, en otro turno. Cris sigue con las pulseritas.

La tranquilidad continúa por la casa. Cris, Luca, Luis y Sandra siguen con sus pulseras. Luca y Cris medio discuten por los colores porque Cris no quiere que sean los colores del equipo del Barcelona, pero a Luca le gusta así.

Dani está entretenido también haciendo la comida para todos menos para la pareja que prefieren comer otra cosa. Y Jesús sigue tomando el sol medio dormido o dormido entero, en el jardín.

Cris le está haciendo una tobillera a Luca para ver las medidas. "Nene, esto no te da", dice mientras se la prueba. Luca le dice cómo la quiere pero a Cris no le gusta así y como ella es la diseñadora, ella decide. Luca está haciendo una pulsera a Luis o arreglándola porque se queja de lo mal que está. "Toda la mierda para Luis", dice Cris. "Sandra ciérramela, que este no sabe", dice Luis.

Dani sale al jardín a contarle a su hermano la comida que ha decidido hacer para hoy y le cuenta que Cris y Luca no quieren ni comer ni hacer nada con ellos. "Estoy saturado", dice Dani. "Me da igual ya todo. Que me digan, que me llamen... me da igual", dice. Su hermano le tranquiliza y le dice que no le afecte lo que le digan y que aguante. "Esto no es como empieza, es como acaba", dice Jesús pero Dani tiene muy claro cómo va a acabar.

Luca se ha unido al grupo de manualidades tras una ducha.

Dani abandona el jardín para empezar a hacer la comida. Sí que ya toca. Jesús no le sigue porque dice que no tiene nada de hambre y prefiere quedarse tumbado al sol. Dani pregunta al grupo de la cocina si quieren comer algo en especial y, en vistas que de nadie sabe, Dani propone hacer huevos con patatas. "Felicidad", dice Luis.

Como estos días Cris y Luca se han preparado su comida, Dani le pregunta a Cris que si hoy comerán lo mismo que el resto o se lo harán a parte. "No sé", dice ella. El cantante le pide que, cuando sepa, le diga para echar más o menos patatas. Parece que finalmente Cris le dice que no y que optarán por prepararse ellos otra cosa. Por supuesto, siguen liados con las bolitas y las pulseras. En completo silencio, porque hay que estar concentrando.

Que les hayan dado las bolitas para hacer collares y pulseras ha sido la mejor idea. Están superentretenidos. Han decidido hacer pulseras para todos su amigos y familiares y así evitarse comprar los regalos de Navidad porque claro, no les va a dar tiempo. Han pedido incluso más bolitas para poder hacer más. parece que Sandra es la que más rápido las hace y lleva ya unas cuentas.

Mientras Luis, Cris y Sandra comparten un momento de relax con las pulseras. Gemeliers prefieren tomar el sol y relajarse en el jardín. Cris comenta que la que más disfrutaría de este momento manualidades sería Cynthia que fue la que recogió bolitas e hizo algunas pulseras antes de irse.

Llega el turno de Sandra con la compañía de Luis. Los dos llevan el traje del uniforme y un gorro de lana en la cabeza. Conexión a tope. Sandra también ha optado por las buenas palabras. De Miguel dice que es el ejemplo de que una persona cambia, por sus dos pasos completamente diferentes por la casa. También recalca las verdades de Lucía. De Cris, que justo está escuchando, dice que ha dado mucho que hablar dentro de la casa. No sabemos cómo tomarnos esto.

Llega el turno de Luis, que le acompaña Cristina. Tras una larga entradilla, empieza a contar cómo salieron de la casa cada uno. Empieza suave recordando buenos momentos de cada uno de ellos. Incluso de Frigenti y Adara. Aunque de Lucía no tanto ya que recuerda cómo hizo trajes de sus compañeros.

Para Julen también tiene Luis buenas palabras y eso que últimamente su relación estaba un poco rota. Sandra escucha atentamente las palabras que le dedica a ella y sonríe. Lo mismo hace Cris pero sigue metida en su papel de presentadora. Luis termina el informativo hablando de sí mismo y contando que espera haber hecho reír tanto cómo se ha reído él dentro de la casa.

Seguidamente llega el turno de Luca. Al cual también se ha unido Cris. ¿Habrá escrito indirectas a sus compañeros? Como era de esperar, algún que otro reproche cae. "Gemeliers: cocinan y duermen", dice. Pues ahí lo llevan. Para Cristina escribe casi un folio entero y, evidentemente, todo cosas buenas. Sandra sonríe cuando la nombran porque también son cosas buenas. Al igual que Luis, que alaban su amistad y su apoyo. Luca lee el de Adara con un entusiasmo que deja mucho que desear y se limita a repetir algunas frases célebres como el ya famoso "¡Madre mía!".

Ahora les toca el turno a Gemeliers. A ver qué perlitas sueltan porque no saben qué ha dicho Cris de ellos. Se visten y se preparan para su gran momento. Luca está en la cocina terminando su café y Cris se ha ido pero vuelve en cuanto termina la música. Empiezan.

Han decidido repasar la última hora de la casa. Comienzan por el estreno de 'Un millón' de Gemelier, la expulsión de Chimo, el sorprendente secreto de Canales y el cambio de look de Miguel. De momento, todo muy normal. Comentan el paso de Sandra y Julen como pareja y el robo de las esferas de Julen. También, una caída de Isabel y la lectura de manos de Edmundo. Hablan de la mentira de Emmy con su peluche favorito y la entrada de Adara como revolución en la casa y el robo del chocolate.

Ahora vienen las pullitas. De Luca dicen que que insulta en italiano porque así suena más bonito y de Cristina que aprovecha la técnica del abrazo para llegar antes a la ducha. Luca resopla al escucharles. De Luis hacen bromas y de Cynthia también. De Fiama que miraba mucho a Jesús y de Lucía alaban sus "verdades como puños". Para Sofía también ha habido halagos.

Luca lee las noticias que ha escrito Cris. Como buena periodista deportiva que es, ha decidido hacerla de deporte y tratar a los concursantes como si fuesen jugadores de fútbol.

En el jardín, ahora los dos hermanos se relajan tomando el sol. Le dicen a Sandra que cualquier cosa que necesite, que se lo pida y ella les contesta que un teléfono. Se ríen. Luego le preguntan qué quiere comer. Ella dice que mousakka pero Dani dice que le da pereza y menos cocinar para... intuyo que detrás de ese para iban Cris y Luca. Finalmente dice que ha pensado hacer huevos con patatas.

Suena la música del informativo y comienza Cris con Luca. Ha tratado el concurso como un torneo de fútbol y repasa la plantilla. A sus amigos les tratan como jugadores ejemplares pero a los enemigos... nada bueno. De Miguel dicen que es revulsivo e irregular y que terminó en el banquillo por méritos propios. De Emmy, que no encajó en el equipo y de Fiama que fue una atacante de manual. De Lucía que no tiene el nivel que el equipo requiere y que lo que le importaba era no jugar. Adara tampoco se queda atrás: "Demasiadas florituras y poca calidad", dice Cris.

Con Cynthia todo son elogios: "Hace equipo, suma en defensa y en ataque", lee Luca. Isabel también recibe halagos pero Julen no. Dicen que le recuerdan más por sus "cantadas" que por sus "partidazos". De Gemeliers que tienen poca confianza con el balón y de Sandra que es una "atacante regular". Como era de esperar, a Luis le ponen por las nubes. Y a ellos mismos, también. Cris se autodefine como un muro para sus atacantes y de Luca que tiene talento, calidad y que es el mejor jugador del equipo.

Sandra comenta con Dani que si se va está encantada con su concurso y si se queda pues encantada también. Además, deja claro que no se va a sentir menos que nadie por no llegar a la final. Dice que saca muy buenas conclusiones de su concurso y eso es lo que le vale. Sandra le enseña a Dani algunos vestidos que tiene guardados para hoy. Le enseña uno azul pero al cantante no le gusta porque lo ve muy ancho y a ella tampoco le convence así que lo guarda. Sin embargo el ha enseñado otro negro que le ha parecido top.

En el PLUS, Luca y Cris siguen con su labor de separar bolitas y hacer pulseras mientras el italiano termina de desayunar. Cris se queja de que tiene el tobillo muy gordo y que necesitan muchas bolas. Luca le dice que ella sí que tiene el tobillo ancho, más que él dice. Cris se queja a Luis pero este no le hace caso y les pide que lleven los papeles de los informativos a la mesa. La periodista prefiere separarlos: "No vaya a ser que lea algo que no quiera leer", dice.

Luis y Luca vuelven del Cubo y les explican a sus compañeros cómo va a ser el funcionamiento del informativo de la prueba. Les han dicho que dirán un nombre y será esa persona la que tenga que hacer el informativo acompañado de otra persona. Les pondrán una música para que sepan cuando empieza y serán varios informativos al día.

Sandra sigue recogiendo sus cosas en el vestidor. Dani le acompaña y se queda asombrado con los tops tan pequeños que tiene y con que le valgan. "¿Cómo te los puedes poner? Mira que manga tan pequeñita", dice. Sandra le cuenta que prefiere dejar la maleta hecha ya por si acaso. "No me hago una idea de nada", dice sobre la expulsión de esta noche.

Ha llegado el fin de los tacones rojos y la voz pide dos voluntarios para ir al Cubo. Van Luca y Luis mientras el resto de concursantes se quedan por la casa. Sandra sigue recogiendo, esta vez la ropa del vestidor. Allí se encuentra con Cris, que está terminando de vestirse.

En el jardín está Jesús, que ocupa la misma silla que su hermano hace un rato y hace exactamente lo mismo que él: pensar. ¿En qué? Pues ojalá lo supiéramos, pero seguro que tiene algo que ver con el final del concurso y los pocos días que les quedan en la casa.

Sandra aprovecha el momento para recoger sus cosas de la habitación. Mete en una caja unos peluches, una sudadera y se dispone a hacer la cama. Una vez hecha, sigue recogiendo sus enseres y metiéndolos en cajas. Jesús está en la cocina preparándose el desayuno y se ha quedado solo con Luca. Pero en cuanto termina, se va al jardín.

Aparece por el pasillo y Luca se sorprende: "He pensado quién camina con esa seguridad con los tacones". "Sandra", dice ella. Y se va al baño a seguir recogiendo allí sus pertenencias.

Luca sigue con las bolitas.

Mientras desayunan Luis y Sandra, Luca separa bolitas de la pulsera. El italiano le cuenta que es daltónico con el marrón y el verde oscuro. "Son el mismo color", dice. Luis le pregunta cómo ve el color de algunas cosas de la casa. Le pregunta por un plato y este dice que son colores raros y que podría ser azul o gris.

Mientras ellos están charlando de cómo ven, en el PLUS vemos a Dani en el jardín pensativo. Sandra no ha querido hacerle compañía porque hacía frío pero él dice que se está de lujo. Vamos, que está en tirantes.

La conversación de la cocina ha cambiado a las moscas de la casa. Hacía mucho que no se quejaban de la presenta de estas pequeñas criaturas. Luca dice que si tiene que esperar más a Cris no come, y Luis le dice que vaya comiendo mejor. En ese momento, la Voz anuncia "¡tacones rojos!" y todos corren a ponerse los zapatos. Se me había olvidado la fantasía de este momento que parece que han vuelto de un after. Dan vueltas por la casa porque no se pueden sentar.

Los chicos ya están preparándose el desayuno mientras canturrean por la cocina. Cristina está en la ducha y los hermanos esperan pacientemente y sin hablar su turno.

Sandra está haciendo zumo en la batidora como descubrió desde hace días porque así le parece que está más rico que en el exprimidor. Luca y Luis han preparado café, como siempre, uno montagnola y el otro no tanto. Y, por supuesto, sus tostadas.

La voz les da los buenos días y les advierte que mejor que se vayan levantando porque en menso de 20 minutos empieza la prueba semanal. Cris se levanta y se tumba encima de Luca y Luis, que la acogen con los brazos abiertos.

Jesús se despierta y, desde su cama, le hace masajitos a su hermano para que se vaya espabilando. Pero se quedan los dos tumbados remoloneando un poco. Jesús se lo piensa un poco pero finalmente se quita el antifaz y comienza el día.

Luis, desde su cama y sin querer ver ni un ápice de luz, baila un poco al son de la música. Cristina ya está en pie y ha salido de la habitación.