10.00 - 18.00 | La promesa a Julen

La voz llama al Grinch y saca a Cristina de su bucle con la vestimenta. Menos mal. Se agradece. Luis es el primero al que le toca hacer los burpees. Vaya por Dios. Dice que está a punto de vomitar las galletas que ha merendado. Nada más acabar, vuelve a sonar la llamada Grinch. Luca se niega a hacerlo porque dice que ya lo ha hecho muchas veces hoy. Le toca pringar a Sandra.

En este punto, yo me despido. Veremos cómo representan finalmente los meses que les ha tocado. Les dejo eligiendo la ropa. Gracias por leerme. Feliz domingo y... ¡Hasta luego, Lucas!

Cristina sigue rayándose en voz alta sobre cómo ir vestida para representar noviembre y diciembre. Sus compañeros le dicen que lo tiene muy fácil porque puede ir de Mamá Noel en honor a la Navidad. Pero no. A ella no le vale. La periodista dice que en noviembre no es Navidad y que quiere englobar los dos meses que le han tocado. No hay quien la convenza. Ella, erre que erre.

A ver, ya me he enterado. Al parecer, a cada uno de los concursantes se les ha asignado unos meses del año y deben representarlo con su vestimenta en un calendario humano que van a hacer. Luis cuenta que, por ejemplo, a él le ha tocado enero y febrero y va a ir con un abrigo rojo porque en febrero se celebra San Valentín. Lo tiene fácil. Sandra dice que a ella le ha tocado octubre y a Luis se le ocurre que puede representar la vuelta al cole. Cristina está rayada con su mes. Es noviembre y diciembre.

Los concursantes despiertan de la siesta y participan en una dinámica del programa. No me entero de qué se trata. Van llamándoles uno a uno para ir al cubo. Seguiré informando.

Aunque Cristina ha mejorado y ha conseguido encestar dos veces, Luca ha ganado. El italiano celebra la victoria corriendo y gritando por el salón, ignorando que Sandra está durmiendo la siesta en el sofá. La pareja va a lo suyo y juegan otra ronda.

Cristina y Luca deciden jugar a baloncesto intentando encestar una pelota desde unos postes que han improvisado con regalos. Luca no para de picar a Cristina y ella, que no acierta una, le echa la culpa de su falta de puntería. Luca se descojona y sigue picándola. Cristina dice que parece que tiene dos años. Le amenaza con no seguir jugando. La pobre no acierta ni una.

La voz llama al Grinch y Cristina va hasta la habitación a por el traje. Luca dice que él es el único que está despierto y que no le importa hacer los burpees a él. Cristina dice que vale pero que la voz lo hace para que se despierte la gente. Muy bien pensado.

Todos los concursantes, salvo Cristina y Luca, duermen la siesta. La periodista se pela un kiwi y pregunta a Luca cómo pueden hacer para entretenerse. Cristina quiere improvisar una canasta para poder jugar con la pelota. Es periodista deportiva. Se nota.

Todos en horizontal cuando de repente suena la llamada del Grinch. Sandra reza porque no le toque hacer a ella los burpees.

Está de suerte. En la habitación, Jesús es la victima del Grinch. Cristina dice que no le gusta insultar a sus compañeros pero es parte del papel que le han encomendado. Luca y Dani opinan que es mejor ser Grinch que hacer burpees y Cristina los manda a paseo recordándoles que es algo negativo que ha elegido el público. Ellos dicen que les da igual. Odian hacer ejercicio forzoso.

En la habitación, Luca y Cristina hablan en la cama sobre apodos cariñosos que quieren ponerse. Él le dice que la va a empezar a llamar "cuqui" pero ella se niega en rotundo. La periodista dice que prefiere que la llame "amore". A él no termina de convencerle.

Cinco minutos después, Sandra sube la apuesta:

En el baño, la escena es la siguiente. Contemplad.

Después de la comida llega la calma ¿O era de la tormenta? Bueno, el caso, que el panorama en la casa es desolador. Los concursantes están en modo reposo y se preparan para una siesta. Luis, el primero en caer, ya yace dormido en su cama.

Al acabar de comer, Luis friega y recoge la cocina. Al mismo tiempo, Cristina intenta convencer a Jesús para cortarle el pelo. El Gemelier se niega y dice que ya se lo cortará su peluquero cuando salga. Cris le dice que parece un champiñón. Jesús dice que ya lo sabe. Luis comenta que él también tiene la cabeza "como un nabo" y que por eso siempre va con gorro por la casa.

Mientras comen, los concursantes comentan algo que les pasa a todos y que consideran curioso: recuerdan de manera borrosa la cara de sus familiares. El encierro empieza a pasarles factura, sí.

Los concursantes se sientan a comer el arroz. No hay excesivos halagos. Luca pregunta si esa es la famosa paella valenciana y Cristina y Jesús le responden que no. Luca dice que eso es arroz con pescado de toda la vida. No ha tenido mucho éxito, no.

Los concursantes terminan la prueba. Luca y Cristina se tiran en el sofá a darse cariño y a hablar de cosas que solo los enamorados entienden. Cristina, que por alguna extraña razón habla por lenguaje de signos, dice que se asustó ayer al ver el "monstruo" de Luca. Creo que se refiere a cuando, por accidente, lo vio completamente desnudo en el baño. Él está encantado con la conversación y le pregunta si el monstruo era muy grande y si quiere verlo más veces. Literal. Ella dice, bueno gesticula, que tiene miedo del monstruo. Luca dice que son la Bella y la Bestia. Ella dice que se siente una afortunada. Se acarician y se besan.

Luca se sienta en el regazo de Luis, Rey Mago por el calendario de adviento, para decirle qué regalo quiere estas navidades. Lo tiene claro: irse de vacaciones con su hermano Gianmarco.

Cristina sigue ejerciendo de Grinch y ahora tortura a Jesús con sus burpees. Mientras el cantante salta, la periodista le pregunta que le ha pasado y bromea con los kilos de más que el Gemelier dice haber cogido desde que entró en la casa de los secretos.

Siento ser pesado con este tema pero me llama especialmente la atención el buen rollo que hay entre Cristina y Sandra. Las veo abrazadas, como parte de la prueba semanal, y hablando de manera distendida a lo largo de toda la mañana. No hay rencor.