18.00 - 2.00 | El creciente acercamiento de Cristina y Luca

En la habitación rosa Jesús vuelve a contar que Luca se ha comido un paquete de rúcula con los garbanzos y medio bote de aceite de trufa. Isabel está indignada: "¿dónde está mi leche?". Dice que a ella le da lo mismo desnatada, que entera, que de soja o sin lactosa. Pero que quiere su leche. La de Emmy ya se ha acabado también y le dice Fiama que se la acabó Cristina, que le vio cogerla del frigo. "¿Y cómo sabes que era mi leche?". "Porque ponía Emmy", contesta Fiama. Y al parecer la única que queda es la de Luis sin lactosa en el frigorífico. Y dice Luis que como se levante mañana y no tenga leche, que quema la casa. "Con la gente dentro".

Cristina y Luca se lavan los dientes. Llega Emmy: "Cristina, ¿tú has bebido mi leche? Porque me han dicho que tu acabaste mi leche". Cristina le dice que no, que a ella le sirven la leche y que pregunte a la persona que se lo ha dicho. Cristina insiste que ella siempre pide de su leche y que luego cogió de la común, siguiendo indicaciones de Jesús. Emmy no parece satisfecha, pero no obtiene mucho más de Cristina y se vuelve al dormitorio a contar su encuentro.

En el dormitorio le vuelven a decir a Emmy que Cristina sí se bebió su leche y Jesús le dice que hace dos días que no hay leche común. Emmy llega a la conclusión de que "y me miente en la cara". Y se reafirma cuando Lucía le dice que a ella Cristina le pidió específicamente "esa leche" y era la que ponía Emmy.

Sigue el tema de la leche y no tiene pinta de que vaya a concluir.

"Una cosa es ser morronui y otra ser considerado con la comida", opina Cynthia en el dormitorio rosa mientras Jesús dice que ya no sabe cómo lo va a hacer. Su opción es pedir un boligrafo y poner a la comida nombre y apellidos. Mientras tanto, Cristina y Luca rebuscan algo que comer en el almacén. "Yo cuando tengo hambre, tengo hambre", dice Cristina. Y va sacando bolsas de cereales. "¿Quieres mejillones?", ofrece Cristina. "No, ¿qué esto?", Luca saca un frasco verde. "Espinacas", le dice Cristina. "¿Comemos esto?", pregunta él. "¿Pero cómo vamos a comer espinacas ahora?", dice Cristina. En ese momento se callan, desde el almacén se filtra la conversación de la habitación rosa en la que se están quejando de ellos y que si comen mucho o más que mucho. "Me pongo mala, es que me pongo mala", dice Cristina.

Cristina y Luca se ríen de momentos nocturnos, ella tumbada sobre él, compartiendo la misma manta.

Cristina examina a Luca de las dos palabras que le ha enseñado hoy. Escupir y empujar. Las situaciones que le plantea para que recuerde los dos verbos son un tanto escatológicas. En particular la segunda. En cualquier caso, Luca no consigue decir empujar y le sale embujar. Cristina le da un cinco y Luca se queja: "por una letra me quitas la mitad. Dame un ocho". "Por una letra no se entiende el verbo", contesta ella.

Lucía ha salido de su edredón. La operación junto a ella ha pasado a mayores. "¿Qué es esto?", pregunta Dani ante las excavaciones que le hace Fiama a su hermano. Lo que sea, le interesa y se anima a hurgar en los yacimientos de la cara de su hermano. "Me estás torturando, bro", se queja Jesús. Pero no lo detiene. Y Lucía ya está junto a ellos con un asiento en primera fila.

Emmy se debate entre quitarle un grano a Jesús con Dani y Fiama o cantar la canción de Bob Esponja. Luis le anima a ir al cubo a cantar la canción. Al final ni una ni otra y se va a poner el pijama. Fiama y Dani han pasado del grano en la pierna al grano en la cara. Jesús se deja.

Lucía es un bulto completamente tapado en su cama.

En el dormitorio rosa le hablan a Emmy de la noche de Halloween. La han asustado lo suficiente como para que Emmy no les crea o no les quiera creer. Emmy quiere pensar que "sólo vamos a tener una fiesta, y unos globos, unos pumpkins, golosinas y ya está". Luis se lo hace repetir cariñosamente y le acaricia el pelo mientras le avisa: "pero gritarás".

Luca, Cristina y Adara repasan la sensación que se pueda tener fuera de la relación entre Cristina y Luca y la propuesta de cena a tres que rechazaron junto a Emmy. Adara les dice que ella como espectadora entendió que Cristina no quiso ir a esa cena por celos. Cristina le dice que no fue porque no quería hacer una lucha de dos mujeres por un hombre y además no sabía si a Emmy le gustaba Luca o no y no quería meterse en ese lío.

Adara y Cristina tratan de saber si a Luca le gustó Emmy en algún momento. Luca les dice que en una semana no se puede saber. Ellas insisten que desde el primer momento se sabe si alguien te gusta o no. Luca dice que él no es así.

Adara le plantea la duda de que al estar con ella y a ella gustarle, que ella puede malinterpretar a Luca. Él le responde que por eso y porque ella le pidió explicaciones tuvo que ser así de claro. "Cuando he entendido que ella estaba buscando otra cosa que la amistad, como no es lo mismo que estoy buscando yo, me he alejado. Para mí decir no me gustas, no es fácil", Luca dice que él es sensible y que decir algo así de directo puede ser duro.

Entre tanto en la cocina y ajenos a todo, Adara, Luca y Cristina hablan de entrenamiento y recalcan lo importante de la dieta además de hacer ejercicio.

Sigue la conversación. Luis propone pasta e insiste que pasta. Lucía dice que lo que no quiere es hacer un menú para cada cual. Dani insiste en contar que Luca ha abierto un paquete de rúcula para ponérselo con los garbanzos y que si se echa aceite de trufa "y está el bote a la mitad". Y para terminar, el tema de cuánta leche beben y cuánta queda. Que es poca.

Llega Jesús y Dani le vuelve a decir lo del aceite de trufa. Lucía propone que lo esconda. No han dicho que sí.

Sandra, Fiama y Lucía preparan las cenas. Cynthia está con el ordenador.

Fiama le cede su sitio a Julen y se va con su cena al salón. Allí charla con Luis de todo un poco. De la fiesta de anoche, el madrugón de Lucía, el reparto de esferas, los secretos que faltan. Lucía y su cena se unen a ellos:

-Bueno, ¿tú te crees que nos ven con las cosas y se van a duchar?- Lucía se queja de los morronuis (los que se han ido a duchar, o sea Cristina y Luca).

Dani y Jesús tienen desacuerdos con qué cocinar mañana. Cristina propone verdura. Jesús no lo ve porque quiere hacer musaka el lunes con esas verduras, pero finalmente cede una berenjena para ponerla al horno.

En el salón Lucía habla de lo mismo: "hay un desastre... Yo la semana que viene me voy a coger mi medio kilo y yo me lo hago para mí sola". Llega Canales: "¿habéis visto? El Luca y la marquesa, que comen como limas". Pero cuando desarrolla: "si tu dices patatas, ella dice brócoli. Si tú dices brócoli, ella patatas".

"Me he levantado pronto. Y no ha tenido ni un detalle ni una deferencia", sigue Lucía. "Lucía, es que no lo va a hacer. Yo la estoy observando ahora y no lo va a hacer. Tengo la sensación de que está un punto por encima del bien y del mal", sigue Canales. "Adara muy bien", dice Lucia. "Yo he dicho que algo sencillo y ella ha dicho que ella lo mismo", aporta Luis.

Llegan los gemelos y cuentan que mañana una berenjena al horno. "Pues me vais a tener que explicar", dice Lucía, pero luego cambia: "aquí comemos todos lo mismo", dice Lucía.

Fin de prueba. Canales y los gemelos aplauden a sus compañeros.

Pero el trabajo no ha terminado. Lucía, Fiama y Sandra preguntan a los morronuis qué quieren cenar y se ponen a ello. Emmy va y viene por la casa. Se queda parada en el pasillo mirando hacia la cocina y finalmente se arrastra a la cama y se tumba boca arriba, de nuevo pensativa.

Poco después termina abrazada a su peluche y lo mira enternecida o muy triste. Ambas pueden ser.

"¿No sabes lo que es un búcaro?", le pregunta Jesús a Adara. Ella niega con la cabeza. "Sí, un búcaro de barro para beber agua", sigue él. "Que tiene un bujero por un lado y un bujero por el otro", bromea Luis. Adara no ha reconocido. Los bujeros pueden haberle despistado. Pero ella lo que quiere es que pongan la canción de la que le ha hablado Luis. En la que uno le pide a una (presuntamente ex) que no le mande más mensajes y le deje un poco en paz.

Cristina y Luca cuentan cuántas calorías pierden a ritmo de marcha de milicia en la cinta mecánica.

Falsa alarma. Cristina y Luca no lo han dejado. Vuelta al jardín, a cuatro patas hacia atrás, la bicicleta y más. Cynthia sigue plumero en mano y les habla de su nueva amistad a los gemelos. Se lo intenta mostrar, pero la cámara en cuestión no responde. "Ha sido divertido", asegura. Y se los lleva al baño donde pregunta cámara por cámara: "uyyy, qué cantidad de polvo tiene ésta.. ¿Te limpio o no te limpio?". La cámara hace mutis. "Me tiene que decir sí o no", sigue Cynthia explicando su diversión a los gemelos.

Luca y Cristina continúan incansables. Pesa arriba, pesa abajo. Caminando hacia atrás a cuatro patas. Y siguen. Cristina tiene un lapsus momentáneo y se pregunta dónde está Miguel.

En el salón Luis y Canales hablan de la prueba de los otros. Canales opina que van a acabar muy tarde porque han empezado muy tarde. Luis piensa que lo han hecho bien para respetarles las horas de sueño después de la fiesta de anoche. Dani, liberado de pelo, canta también liberado. Fiama lo manda callar.

Luca y Cristina ya han dejado el jardín, las pesas y los esfuerzos. Rellenan sus botellas en la cocina y se van. Cynthia se pasea con un plumero acechando a las cámaras. Adara hace amago de juntarse a Cristina y Luca, pero termina en el baño lavando una brocha de maquillaje.

Los gemelos aparecen afeitados en el salón. Luis les bautiza como "las podadas" y Lucía les vacila: "es que antes no se os veían los tatuajes entre tanta hojarasca".

Cristina y Luca vuelven a lo primero. Ahora hacen la bicicleta mientras amenazan con tirarse pedos. "¡Los garbanzos!", "¡la tortilla!". Se parten.

...el descanso.

Y el orden de acontecimientos (o acercamientos) es así:

Dani ya ha terminado su afeitado. La bolsa de basura pasó a la historia. Jesús también ha desistido. Es más, se ha animado a sumar volumen a la montaña de pelusas y ahora se afeita de ombligo para arriba.

Isabel y Cynthia han pasado del vestidor al salón. Misma posición en otro sofá. Cerca de ellas, Emmy se mantiene muy seria.

Al rato se tumba.

Dani ha decidido afeitarse. Las piernas. Así que se ha armado con la esquiladora de barbas y una bolsa de basura y se ha sentado en una silla del baño.

-Ahora lo recojo- dice Dani en referencia a los pelos que no están cayendo en la bolsa.

-Pero tú no puedes- le recuerda Luis. -Yo me hubiera esperado al lunes, maricón. Te podías haber esperado al lunes. Ahora lo van a tener que recoger ellos.

-Bueno, es como recoger pelusitas- opina Adara.

Jesús se acerca a controlar que el pelo caiga en la bolsa.

-Que ahora lo recojo- repite Dani. - No me rayes.

-Pero que tú no puedes coger una escoba.

-Pues con las manos.

El afeitado no ha terminado. Dani se quita la camiseta y se afeita también los brazos y las manos. El pelo ya cae al suelo, la bolsa ha quedado abandonada junto a la silla.

-Bro, la bolsa de basura no te ha servido para nada- vuelve Jesús.

-Que no me rayes- pide Dani.

Jesús mira al infinito. Él si se ha rayado.