00.00 - 5.00 | Exparejas, planes y miedos
Aunque la noche de los careos irresolubles parecía que iba a dejar una buena resaca, los concursantes que quedan han pasado un día centrado en la prueba y sin darle demasiada bola.
Tras la expulsión de Sandra, última de esta edición, ya se han revelado los nombres de los cuatro finalistas que llegan a la recta final. Uno de ellos bajará del tren el martes y el jueves será la final. La semana se presenta decisiva...
Y en línea con el momento que viven, en la casa ya ha empezado la fiesta de la buena suerte. La última fiesta de viernes. Veamos con qué ánimo la cogen. Conectamos...
Las cinco y nos vamos. Dejo el dormitorio en blanco y negro con cuatro dormidos y Luis sin localizar. En la cama no está.
Y hasta aquí por hoy. Mañana más.
Blanco y negro
Dani ya está en la cama junto a su hermano. Cristina y Luca siguen abrazados. Falta Luis por coger la horizontal. Lo mismo le han puesto la canción que pidió. Alguna de ellas.
La última canción
Pues no ha habido Amy. Hay Juan Luis Guerra. Luis sigue escuchando la gramola sorpresa. A veces canta, a veces habla. Dani le hace compañía y habla de su novia. Y el azar los remata con la canción de Shallow de Ha nacido una estrella. Les mata así:
Lo que suena después ya no les llega. Se van a lavarse los dientes.
En el dormitorio, Cristina y Luca duermen abrazados.
Contacto directo con el DJ
De vuelta al salón, Luis le va susurrando al micro sus deseos musicales y se va viendo complacido. Así que ahora vive a Whitney Houston y cuando termina pide un poco de Amy Winehouse. No le han complacido todavía y en la espera Luis le habla a Dani de lo brutal que le parece la experiencia que ha vivido en el concurso.
El dormitorio ya está en blanco y negro.
Tonteo
En el salón Dani cantaba hace un rato. Ahora ya sólo pierde la mirada en soledad. Luis pasa por el dormitorio y vuelve al salón, donde canta a Rocío Dúrcal y Dani se activa. Jesús se ha ido a la cama.
Y en la cama Luca le habla a Cristina de un amigo suyo que más que pizzas hace magia. Lo ha dicho él. Después, tonteo esencial: Luca le cuenta cómo se dice besito en italiano, Cristina quiere saber si Luca la quiere, Luca dice que mucho y pasan a compararse los pies y a reírse de los de Luca.
De pronto se dan cuenta de que pueden despertar a Jesús y hablan más bajo.
Planes y miedos
"¿Cuánto tiempo necesitas para darte cuenta si una persona te gusta?", quiere saber Luca. Cristina dice que normalmente en un mes se le pasa el amor. Y luego le dice a Luca que se parece mucho al primer chico con el que estuvo. "Perdona, me has dicho cosas horribles de él", Luca no quiere parecerse a lo que Cristina le ha contado. Ella le dice que en lo inteligente o la cantidad de cosas que ha hecho y Luca ya no protesta.
Le habla Cristina de una dualidad en la que se ve. Dice que por un lado le atrae una vida intensa en la que pueda hasta cambiar de país. Y que por otro, a veces le apetece hacerse un máster de enseñanza y hacerse profesora y centrarse. Pero su miedo en ambas parece que es estar sola. Luca trata de calmárselo. Pero en el camino surge un miedo añadido. Ser madre. Más bien no serlo.
Pasado amoroso
Luca y Cristina se abrazan y se besan en la cama. Las bufandas con sus números decoran los cabeceros. Los gorros de Navidad, sus fotos de la edición.
En el salón, Dani amenaza con quitarle el gorro a su hermano y se lo cuenta a Luis. Le dice que Jesús no tiene nada en la cabeza, pero finge que sí y que se lo va a quitar.
En el dormitorio, Cristina le habla a Luca de su hermana mayor. Le dice que tiene una vida más ordenada y estable que la suya. "Nos parecemos, pero ella más centrada". Sin embargo su sobrino es igual que ella, "muy loco", dice. Luca quiere entender: dice Cristina que Pau es como ella de loco y también físicamente. Cristina le explica que ella y su sobrino son como su madre y ya Luca entiende. Cristina le dice que su sobrino le ha cambiado la vida. Y Luca le pregunta si ella quiere ser mamá. Pero le contesta Cristina que a ella le da mucho miedo el fracaso, que se termine la pareja. Le dice a Luca que siempre ha tenido dudas con sus parejas y que este verano, que su hermana le preguntó, le dijo que igual se quedaba sin cumplir ese sueño, el de ser madre. Luca opina que Cristina es muy joven como para dar eso por imposible y le pregunta por sus exparejas. Explica Cristina que ella busca una perfección y que hasta ahora siempre ha sentido que le faltaba algo con sus parejas. También le dice que sus parejas no eran cariñosas y ella se ha vuelto fría. Luca quiere saber si no lo es porque no le gusta o porque no se lo han dado. Y Cristina habla de lo segundo. Después habla de su primera pareja. Dice que ella lo admiraba, pero que fue duro y que ella entendió que el amor era sufrir. A Luca le da la risa: "cómo que el amor es sufrir", le dice. "Estás contando cosas horribles".
Dónde suenan las canciones
Mientras los gemelos siguen con su baile gemelar, Luca se seca las manos, los antebrazos y la pechada con el secador. Se diría que tiene frío, aunque lleva los pantalones recogidos por la rodilla. Cristina ultima su preparación para irse la cama mientras canta "lo hacemos tol rato". Es la canción que suena. En la casa por lo menos.
En el salón Luis empelucado y boca arriba en el sofá mueve la boca al son de "sólo de errores se aprende". Jesús, sentado junto a él, sólo balancea la pierna derecha. Cruzada sobre la izquierda. Dani llega por el pasillo.
Cristina y Luca dan las buenas noches. Sólo Luis contesta y les dice que ahora se ven. Ellos pasan antes por la cocina y comentan que han puesto la calefacción. "Hace incluso calor ahora".
Bro and Bro
Cristina se lava los dientes y Luca hace compañía mientras se balancea sobre las patas traseras de una silla del baño. En el salón, Luis continúa la fiesta usando su botella de micro. Los gemelos le hacen los coros. Los tres de pie sobre la mesa baja del salón. La canción, Mariah Carey otra vez.
Los gemelos piden "un millón, un millón". Su canción no suena. Pero eso no les impide disfrutar la que viene:
Y de premio: suena "un millón".
Al salir del cubo
"¿Qué es el praliné?". "¿Tiene licor el praliné?", son las preguntas de los gemelos y Cristina cuando salen del cubo. Sin más datos, no se puede saber a dónde apuntan. Aparte, Jesús dice que en media hora como mucho se va a la cama y Cristina apunta maneras. Dice que hoy han hecho muchas cosas y están cansados. Amenaza con desmaquillarse.
Cubo
Cristina en el sofá se retrotrae a la infancia, no sé si consciente o no, pero adorna su apellido con corazoncitos.
Llega Luca y se van al cubo. Luis les ha llamado. No saben si les van a dejar entrar a todos... Pero parece que sí. Porque vemos las imágenes de los finalistas en campaña o la proyección de la "Fiesta de la buena suerte" en la hiper macro super pantalla del cubo.
Bro y Bro
Dani por los suelos y Jesús derribado en la mesa puff. No es una escena de western. Aunque la risa le tiene a Dani encogido y a Jesús como si tampoco hubiera salido del duelo. "Bro, me puedo enfadar mucho muchísimo", dice Jesús escondiendo la cabeza. Dani se le ha montado encima y trata de sacarle la cabeza de los brazos. "Bro, dame el gorro", pide Jesús tapándose el cogote y reptando con los codos hasta su gorro. "Bro, que no tienes nada", le asegura Dani sin contener la risa. Pero Bro Jesús se encaja el gorro de papá Noel con su numero en la cinta y se acerca al espejo a mirarse algo que, por ahora, sólo ve él.
No puedo contar más. No se ha visto lo que Jesús esconde bajo el sombrero.
Sacro
"Amor, me pesas", le dice Cristina a Luca. Y no sólo eso: "me estás clavando un hueso". Pero Luca no se levanta. Se menea con la música y le dice: "¿sabes cómo se llama ese hueso? Sacro". "Pues no me claves el sacro", pide Cristina. Pero Luca sigue con el meneo. Y parece que Cristina se ha acostumbrado al peso, porque ha dejado de decirle que cambie de postura y canturrea la canción que suena.
Pues no. "Me estás reventando los cuádriceps". Cristina se pone técnica y Luca abandona su asiento sobre los muslos de ella. Cristina se queda cantando mientras analiza los amuletos que tiene al alcance.
La fiesta de los cuatro gatos
Recuerda Cristina: "¿te acuerdas cuando decíamos que en la última fiesta estarían aquí cuatro gatos? Pues aquí estamos". Luis se ríe. Y luego se acerca a los gemelos. Luca y Cristina se quedan charlando. Le dice Luca que él no quiere una gran fiesta al salir. Cristina le propone restaurantes, vino, casa y playa. Luca asienta, pero también le dice que tiene muchas muchas ganas de ver a su hermano. Y Cristina responde con las ganas que ella tiene de ver a su sobrino.
¿Cambiarías algo?
Le dice Cristina a Luca que si volviera a empezar sabiendo lo que ha pasado: "no actuaría igual. Sobre todo con cierta persona". Las letras M y F están implicadas en "cierta persona". "¿Tú cambiarías algo?", le pregunta a Luca. Luca responde que si has actuado de corazón, no hay porqué arrepentirse. Pero que hay que aprender de los errores.
Luis se acerca. Baila. Pero se queja de que la música está floja.
En el extremo julen del sofá, Dani juega con dos herraduras y Jesús descansa la cabeza sobre las piernas de su hermano. Lo mismo está a punto de dormirse. No le veo los ojos.
Falsa alarma. Su gorro de papá Noel se levanta y Jesús menea el cuello en señal de que la canción le ha activado. Un poco.
Los gemelos muy gemelos
Los gemelos están más gemelos que nunca. Jesús quiere irse a la cama. Dani le dice que no: "hazme caso. Cuando yo te digo una cosa..". Dani hace una pausa dramática y sigue: "lo mismo que cuando tú me dices algo a mí".
Y Jesús se queda.
La pulsera de Luis
A Luis se le ha roto "la pulsera de la Begoña" y se ha quedado un poco chafado. Dani mira el roto con él y opina que tiene arreglo, "aunque es raro que se haya roto por ahí". La buena suerte también es caprichosa.
El baile
Tienen que grabarse bailando una canción.
-Pero con qué canción- pregunta Dani.
-Con la que suene- Luis es más práctico.
Y en la siguiente que empieza, que es "all I want for christmas is you", Luis agarra un micrófono ficticio y empieza. Cristina y los gemelos le siguen bailando. Y Luca detrás. Pero cuando ven el resultado: a Cristina le parece que están haciendo el baile de San Vito y todos sin excepción dicen haberse resbalado en algún momento. Total, que a repetir.
Mariah Carey vuelve a sonar, Luis vuelve a coger el micro virtual y todo se sucede como empezó. Una vez. Y otra. Luca gira con Cristina en brazos. Luis baila agachado y hace que los gemelos tengan que bailar encorvados y pese a esta descripción, el conjunto de los cinco ha quedado chulo. Eso o me han contagiado.
Ahora todos juntitos ven el resultado y, si les gusta, significará que no sonará la misma canción por cuarta vez.
Pues ha habido suerte. Dicen que "qué guay" y dan el vídeo por bueno.
Recuerdos
Cristina y Luca hablan de sus primeras semanas. Luca recuerda un día que Cristina estaba enfadada. "Tuviste un brote", le dice girando la mano a la altura de la cabeza haciendo el gesto de aflojar una tuerca muy gorda. Cristina retuerce la boca y busca en sus recuerdos: "igual no había entrenado", le dice. Y pensando un poco más, sí recuerda un día que no entrenaron. Se recuerdan con cariño. Luca se hace el serio y Cristina se ríe y le acaricia el pelo por la nuca y detrás de las orejas. Cristina le recuerda que ya en la prueba de los jeroglíficos se ponían juntos. "Yo no quería. Te enfadabas mucho y yo pensaba: vaya, ya me va a tocar enfadarme", contesta Luca en su papel de serio impenetrable. Pero Cristina se ríe y le marca un beso en la boca.
Todo muy navideño
Por cierto, no he comentado, que todos llevan jerseys navideños. Bueno, los de los gemelos (hoy van iguales), son el clásico de rombos verdes. Entre Hafflepuff y Slytherin. Por los colores, por los colores. Pero bueno, todos los jerseys de hoy llevan a la Navidad verde y roja, a los muñecos de nieve, a las casitas nevadas y a inviernos escoceses.
Sólo que por detrás, o por encima, suena insistente "El tiburón".
Y la cosa se pone rara.