Pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo. Y, de la misma manera que cuidamos del tiempo que pasamos despiertos para garantizar nuestra salud y bienestar, lo mismo debemos hacer con el que estamos dormidos. El descanso es una función vital que equilibra nuestro organismo, por eso hay que cuidarlo como se merece.
Es posible que prestemos mucha atención a nuestra alimentación o a la actividad física que realizamos, pero si no hacemos lo mismo con nuestro sueño, más pronto que tarde notaremos las consecuencias. Te contamos con detalle la importancia que tiene disfrutar un buen descanso cada día y cómo puedes conseguirlo.
Dormir no es suficiente. Para conseguir un sueño que pueda considerarse de calidad es necesario dormir bien. Eso se consigue, por ejemplo, durmiendo una media de ocho horas al día, aunque es cierto que no todos necesitamos descansar el mismo número de horas, ya que factores como la edad o el tipo de actividad que realicemos durante el día influyen de manera directa.
Tardar mucho en dormirnos, despertarnos varias veces durante la noche o tener la sensación por la mañana de no haber descansado lo suficiente, son indicadores de que deberíamos revisar la calidad de nuestro sueño.
Tanto el cuerpo como la mente notan las bondades de un buen descanso. Cuando dormimos bien, se ve reforzado nuestro sistema inmune, disminuye el nivel de estrés, aumenta la sensación de felicidad, protegemos nuestro corazón y regulamos mejor nuestro peso.
Además, nuestra memoria funciona mejor y somos capaces de asimilar la información recogida a lo largo del día, aprendemos mejor y nos cuesta menos realizar cualquier tarea. Pero ¿cómo conseguimos ese descanso de calidad que tanto nos beneficia?
Dormir bien es el resultado de combinar una serie de buenos hábitos con las condiciones óptimas para descansar como merecemos. En lo referente a los hábitos hay que procurar acostarse y levantarse a la misma hora, realizar algún tipo de actividad física diaria, evitar las cenas copiosas y no hacer uso de pantallas (ni móviles, ni tele) cuando llega el momento de ir a la cama.
Por otro lado, es fundamental que la habitación en la que dormimos esté ventilada, la temperatura no sea muy alta, no haya ruidos molestos (mejor en silencio) y que la luz sea tenue o esté apagada. Pero nada de esto será efectivo si a la hora de acostarnos no lo hacemos sobre un colchón que reúna las mejores condiciones, asegurando nuestro confort y un descanso continuo.
Elegir un buen colchón es una de las mejores inversiones que podemos hacer para garantizar un buen descanso y cuidar de nuestra salud. Para lograrlo, debemos fijarnos en que tenga las medidas adecuadas, una buena transpirabilidad, firmeza y adaptabilidad. En Maxcolchon puedes encontrar el colchón que cumple con todas las prestaciones que necesitas para conseguir un descanso reparador.
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Los deportistas dormirán como nunca con el colchón Sojamax, diseñado exclusivamente para ellos. Se trata de un modelo de mayor densidad con un gran poder descontracturante que previene lesiones y contracturas. Acompaña tus movimientos al dormir y favorece un descanso libre de presiones, para que despiertes sin ningún tipo de tensión acumulada.
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Para aquellos que necesitan un colchón familiar que se adapte al crecimiento y a diferentes etapas de la vida, el Just Sleep One es lo que están buscando. Sus capas superiores de Airmax y viscoelástica se adaptan a todas la edades y morfologías, aportando un perfecto equilibrio para lograr un descanso placentero y sin interrupciones.
Solo tienes que elegir el colchón que mejor se adapte a tus necesidades y cuidar de tus hábitos de descanso para disfrutar de un sueño reparador y de calidad. Notarás cada mañana cómo tu mente y tu cuerpo están más que preparados para afrontar un nuevo día lleno de energía y vitalidad, y cuidando de tu salud tan bien como te mereces.