Cristina Cifuentes tiene claro que estaba sentenciada, que su dimisión fue algo que “se organizó en un despacho con unas personas concretas”. Nuestra invitada tiene claro quiénes fueron los artífices de su caída política y quién fue su verdugo final: “Lo tengo muy claro pero de momento no lo voy a decir porque indudablemente es una persona peligrosa, y además, porque ahora lo que me interesa es limpiar mi imagen”.