Noche de regresos. Si la vuelta de Anabel Pantoja al plató que la vio convertirse en la estrella que hoy es era algo esperadísimo, también el regreso de Lydia Lozano era algo que muchos esperaban como agua de mayo. La colaboradora se ha convertido en una pieza fundamental de 'Sálvame', pero sus numerosas operaciones quirúrgicas la han mantenido alejada de los focos durante semanas.
Lydia se ha sometido a complicadas operaciones en los últimos meses, pero hace apenas unos días entraba por última vez en un quirófano para solucionar un problema con sus vértebras: "La siete se me pegó a la ocho", explicaba la colaboradora.
La osteoporosis que Lydia Lozano padece desde algún tiempo ha provocado que su salud se resienta gravemente hasta el punto de que la periodista a punto ha estado de caer en una depresión: "Después de esta última operación estoy sintiendo unos dolores horribles, tengo una barra de hierro metida en la espalda, estoy muy sensible".
Lydia Lozano ha pasado unas semanas realmente complicadas, unas semanas en las que su apoyo incondicional ha sido su inseparable marido Charli. La pareja de la colaboradora es la persona que pasa con Lydia los días y quien le ayuda a no rendirse.
Sin embargo, Lydia se siente algo sobrepasado por la situación, y es que no lleva nada bien eso de depender de Charli para hacer casi cualquier cosa: "Me pone muy nerviosa depender en todo momento de Charli, he llorado mucho por eso".