El equipo de investigación ha acudido a la localidad de Altea para conocer cómo vivía la familia antes de ser conocida públicamente. Carreras de coches, problemas en el instituto, desconocidos negocios...son algunos de los recuerdos que los vecinos guardan de ellos. Además, aseguran que tienen miedo a hablar por las posibles represalias de la familia, “dicen que tienen matones” aseguran los vecinos.