"Me veo muy bien. Cuando me fui, me veía mal. No solo tenía un problema. El peor de mis problemas era mi situación. Me di cuenta de que no podía seguir así, cuando tenía que venir a trabajar y tenía que mentir. Me metí en un pozo del que no podía salir y gracias a mis jefes, Óscar y Adrián, que me buscaron el mejor médico que había en toda España. Me puse en manos de un tratamiento muy fuerte. No voy a decir una palabra porque no me gusta absolutamente nada. Creo que todo el mundo sabe de qué va. Me puse en manos de un psicoterapeuta. Lo he pasado muy mal, muy mal, muy mal pero me he dado cuenta de que soy una mujer muy fuerte y luchadora. Soy otra Belén Esteban", ha comenzado la colaboradora de Sálvame.