"Todo ha quedado en un susto y no ha pasado nada". Raquel Bollo se considera afortunada porque no ha pasado nada a pesar del mal rato vivido. Estaba con su hijo cuando iba a echar leña a la chimenea y salió una llamarada que la alcanzó en la cara. Sufre quemaduras de primer y segundo grado y su hijo salió ileso a pesar de que el fuego también le alcanzó.
"Me siento culpable por el accidente porque mi hijo no debía estar cerca. Se me vienen las imágenes de mi niño", recuerda entre lágrimas mientras cuenta que cuando se dio la vuelta vio su hijo "fuego en la cara". Tiene quemaduras en el párpado y en la frente. Cada día, tiene que curárselas pero está contenta porque podía haber sido más grave.
Estaba sola en casa y fue capaz de apagar el fuego y poner a su hijo a salvo. "Me sorprendió la reacción de mi hijo. Es un niño que habla mucho y no gritó ni lloró nada. Le dijo a su padre, papi me he portado bien. Ni he gritado, ni he llorado y eso que me he podido morir", cuenta.
Raquel vio el fuego en la cara de su hijo y pensó que se quemaban "vivos". "No se me borra de la cabeza cuando vi a mi niño con todo el fuego en la cabeza", relata antes de explicar que Cuando pasó todo, se vino "abajo" y sufrió "un ataque de ansiedad muy grande". Recuerda el dolor físico como "horroroso". Ahora, recibe curas diarias y toma antibiótico y antinflamatorios.
El accidente le ha dejado más secuelas además de las físicas. "He aprendido que no puedo abarcar todo. Me cuesta no tenerlo todo ordenado, no tenerlo todo perfecto y no puede ser", cuenta Bollo que admite tener siempre "un sentimiento de culpabilidad". Dice que "la felicidad plena no existe" y que le cuesta desconectar. "No soy capaz de disfrutar", confiesa.
Raquel Bollo admite que ese sentimiento de culpabilidad viene en parte por sentirse mala madre. "Me molesta cuando me llaman mala madre, pero si no trabajo, ¿de qué viven mis hijos? A mí me encantaría estar en mi casa pero yo no me lo puedo permitir", explica.
Raquel Bollo ha explicado que Chelo le ha ofrecido parte de su sueldo. "Para mí, ha sido un gran detalle pero no puedo aceptar que una compañera venga a trabajar y no cobre", cuenta. Chelo confirma que los problemas entre ellas se han resuelto en los últimos meses. "Hemos tenido muchas diferencias Raquel y yo. Pero antes de que ocurriera todo esto, hemos ido hablando y se han ido arreglando", confiesa Chelo.