Encarna Sánchez estaba obsesinada con Isabel Pantoja. La tonadillera fue muy importante en la vida de la locutora, para la que fue un duro mazazo descubrir la amistad con María del Monte. "Se puso triste, fue el final de su vida. Delante de mí no lloró pero por la noche lloraba mucho, se levantaba a oscuras... Estaba muy mal."