Nacho Vidal y otras dos personas han sido detenidas por presunto homicidio imprudente tras la muerte de un fotógrafo. Presuntamente, estarían haciendo el rito del sapo bufo, una práctica en la que se utiliza el veneno de sapo. Supuestamente, querían ayudarle a superar su adicción a las drogas.
Jesús Sánchez Martos en su sección en ‘Sálvame’, ‘Una preguntita, doctor’, nos ha contado que este veneno es el alucinógeno más potente que hay. Quien la consume la llama la “molécula de Dios” y dicen que es como morir y renacer.
Sin embargo, lo que sucede es que este veneno es tan potente que en 20 minutos puede producir una situación de shock y una muerte por fracaso multiorgánico: “Provoca una alteración del sistema nervioso central y va matando neuronas de forma inmediata (…) Parece una psicosis esquizofrénica, se afecta el riñón, el hígado, el corazón…”