La polémica que ha suscitado Rosa Benito desde que ganara Supervivientes, y que ha afectado también a su familia, le ha llevado a plantearse su continuidad como colaboradora de Sálvame. Su marido, Amador Mohedano, declaraba sentirse superado en una entrevista con Ana Rosa Quinta: decía. Me está costando la vida,
Por ello, el matrimonio Mohedano - Benito se reunía con los responsables de Sálvame para sentar las bases necesarias para la continuidad de Rosa en el programa. Sin embargo, la decisión de la todavía colaboradora continuaba en el aire. Al fin, 'Sálvame' conseguía que Amador Mohedano interviniera telefónicamente en el programa, explicaba que su mujer se siente "dolida" y "traicionada" por sus compañeros, asegura que no va a perdonar las faltas de respeto pero lo que no va a olvidar es el daño que se ha hecho a su hija.
"Se siente como si hubiera matado a alguien", decía Amador y añadía que, tras ganar un programa líder para la cadena "no ha sentido el calor desus compañeros, eso no se puede entender, duele en el corazón, en el alma, en las entrañas". Por ello, concluía diciendo que su mujer "no tiene ganas de volver a trabajar, no ve ningún cariño, ni apoyo, ni compañerismo".
Pero cuando menos lo esperábamos, Rosa Benito arrebataba el teléfono a Amador y anunciaba: "Soy Rosa Benito y necesito hablar con vosotros". Decía estar nerviosa, temblando y cerca de las lágrimas, pero quería aclarar que no le duele lo que otros digan de ella: "El resto de programas no me duelen, me duele 'Sálvame'".
"Lo único que he hecho ha sido ganar un concurso", se quejaba la colaboradora. Aseguraba que no puede volver a trabajar en su situación actual: "Estoy llorando continuamente, dolida, no quiero salir, no quiero ver tele, tengo el teléfono apagado... Así no se puede vivir".
Jorge Javier Vázquez pedía a Rosa que meditara su decisión y declaraba: "Te echo mucho de menos" y la aludida le correspondía, pero con reservas: "Yo también, pero no puedo ir con estas inseguridades y miedos".
Una nueva batalla para Rosa Benito
Finalizada la conversación, la batalla estaba servida. Kiko Hernández tenía reservas pero pronto estallaba diciendo: "Nos hemos gastado mucho en Orlando y nos tenemos que hacer un programita". El colaborador explicaba que el último día que vio a Rosa Benito solucionaron sus problemas, por lo que no entiende por qué se siente tan dolida: "Entiendo que estén mal, pero no por nosotros" y concluía diciendo: "Está tan deprimida que va a estar en casa dos días".