Según el testigo, sucedió en la madrugada del viernes 10 de octubre. Sostiene que Gerard Piqué estaba celebrando un cumpleaños familiar en un restaurante y que dejó su coche mal aparcado, en concreto pisando un paso de cebra. Al parecer, los Mossos entraron en el restaurante para que retirara el coche y el deportista habría abandonado el local con “muy malas formas”. Según el testigo, se produjo un “rifirrafe” y se llevó una multa de 200 euros.