La presentadora era muy amiga de Chiquito de la Calzada y vive con estupor la polémica que le rodea. También cercana a su familia, asegura que el humorista estuvo siempre acompañado se niega a polemizar por respeto. Eso sí, reconoce que tanto su familia como sus allegados están pasándolo mal: “Sentimos impotencia, tenemos que esperar a que dejen de hablar, algún día se cansarán, no sé qué quieren”.