La nueva normalidad no podía llegar a ‘Sálvame’ sin ella. 70 días después, Paz Padilla ha vuelto. Lo tuvo claro desde el principio: quiso quedarse en casa y ayudar desde allí. Y, ya que no podía correr por plató, ha hecho de todo en casa: ha imitado cuadros, ha pintado su caseta y hasta ha enseñado percusión a su mascota.
Además, ha sacado su lado más solidario a través de la elaboración de mascarillas y con una campaña para recaudar fondos para material sanitario. En esta cuarentena le quedaba una cosa por hacer: presentar el programa que tanto le ha echado de menos ‘Sálvame diario’.
“Os quiero, os he echado de menos”, decía en una prudente distancia de seguridad a sus colaboradores: “He estado muy preocupada y sigo muy preocupada, pido que sigamos siendo prudentes que estas ocho semanas sirvan para algo. Tenemos que aprender a vivir con la pandemia”. “Prudencia”, pedía la presentadora: “Distancia, mascarilla y lavarse muy bien las manos”.
Y, haciendo gala de su sentido del humor, nos decía: “He fregado tanto que me han salido ruinas fenicias en la cocina”.