María de Mora se sentó en 'Sálvame Deluxe' para desmentir, una vez más, que en su agencia de modelos las chicas que trabajaban para ella jamás ejercieron la prostitución : "Me senté en un plató después de 8 años de rumores para decir que las chicas que trabajaban para mí no eran prostitutas y lo vuelvo a repetir".
Los colaboradores comentaron a la empresaria que no era eso lo que pensaban tanto ellos como una parte del público, pero ella no estaba dispuesta a reconocer que, presuntamente, podría haber sido 'madame': "Tuve una agencia de modelos y de organización de eventos, pero nada de prostitución. Lo que no puedo hacer es meterme en la cabeza de la gente e impedir que piensen lo que quieran".
Matamoros, aún siendo representante de la invitada, pidió la palabra para dar su opinión más sincera. El colaborador aseguró que no podía creer que alguien pagara miles de euros sólo por cenar con una chica y lo soltó de la manera más fina que pudo: "A la gente le cuesta pensar que por 60.000 euros te vas a cenar con un señor y no vas a terminar en la cama o penetrada por un señor, a no ser que sea impotente".
María contestó que, por sorprendente que parezca, hay gente que tiene mucho dinero y no tiene reparos en gastar elevadísimas sumas por ir a cenar con chicas, pero dados los comentarios de los colaboradores, que continuaron dudando que alguien pudiera pagar tanto sólo por compartir mesa, la empresaria cambió el discurso:
"Una vez un señor me preguntó si había que pagar más por acostarse con las chicas, yo le dije que no, que ya era suficiente. Con eso se entiende que no se paga por sexo, sino por ir a una fiesta. También podría haber sexo, pero sólo si las chicas querían".
Karine Fernández entró entonces en plató asegurando haber trabajado para María de Mora en tres ocasiones con una misión concreta: consumar después de la cena en cuestión . María lo negó, pero Karine soltó su artillería pesada asegurando que la contrató porque, en ese momento, salía en televisión por un supuesto romance con Ernesto Neyra y añadió que le organizó tres 'citas' en las que lo que realmente se contrataba era sexo, desarrollándose dos de ellas dentro de la misma agencia.
María, indignada, negó tantas veces como pudo la versión de Karine, por lo que los colaboradores le preguntaron si la había demandado. La respuesta de la empresaria no terminó de convencer a los presentes: "No la he demandado. Lo podría hacer, aunque hubiera sido cierto, que no lo es, ella jamás podría demostrar que lo ha hecho, con lo cual la demanda la tengo súper ganada, pero es que me da pena".
Kiko Hernández comentó entonces que no podía entender que "muchas de las chicas famosas que han trabajado para María cobren entre 500 y 1.000 euros por un bolo en una discoteca y por una sola cena puedan llegar a ganar más de 12.000 euros". María le aclaró que ella trabaja "con gente muy importante a la que le sobra el dinero y además, yo soy muy buena relaciones públicas".
Lydia entró en juego explicando que, en su opinión, si las chicas que trabajaban para María terminaban la cena metiéndose en la cama con los empresarios que las contrataban, al fin y al cabo, María estaba comercializando con el sexo y que, si no era eso y las chicas cobraban a parte el momento de intimidad, lo que hacían era estafarla. La invitada volvió a repetir, una vez más, que lo que sucediera en las cenas no era de su incumbencia.
Llegados a este punto, los colaboradores quisieron saber los nombres de algunas de las chicas que habían trabajado para María. Ella no quiso dar nombres, pero sí comentó que "una de ellas ha salido en la revista 'Hola' y está casada con un amigo del empresario que la contrató" y otra "se casó con un señor de la aristocracia".
María no se quedó ahí, y para finalizar explicó, esta vez dando, que Begoña Alonso trabajó para ella y llegó a cobrar entre 18.000 y 24.000 euros. Además, antes de marcharse soltó el bombazo asegurando que en una ocasión organizó una comida entre Pepe Navarro y Begoña Alonso: "Es cierto que organicé una comida entre Pepe Navarro y Begoña Alonso. Él es amigo mío desde hace muchos años, quedamos a comer y como en ese momento tenía proyectos televisivos me acordé de Begoña. La llamé para que se conocieran e intentar ayudarla a conseguir trabajo. Yo después me fui y ellos se quedaron solos".