Lydia Lozano criticó uno de los platos de Mila Ximénez y Antonio Montero en ‘La última cena’, lo veía como una “sopa de calcetín” y la colaboradora acusó a Lydia de llorar según qué hora es y en qué punto está el programa. El conflicto estalló entre ellas y, 88 horas después, está lejos de arreglarse.
En alusión al mensaje que el marido de Lydia envió a Marta López (que en ese momento estaba defendiendo a Mila), la colaboradora le explicaba que, aunque no está casada, tiene familia y ninguno de sus parientes llama por teléfono a nadie a pesar de las críticas que, como ella, le dedicaron mientras participaba en dos realities de televisión: “Los deditos familiares se tienen que meter en el hueco íntimo de su casa”.
También ha visto una entrevista del pasado de Lydia cuyo contenido le ha sorprendido. “Me asustó”, decía la colaboradora, aunque dice entender que la productora la tenga “para siempre” porque para Lydia el trabajo es “su vida”.
“Cuando llego a mi casa entiendo que esto es un espectáculo, olvido lo que ha sucedido pero tú no, sigues ahí y sigues y continúas y lees y profundizas y excavas y a mí eso me produce un cansancio infinito”, le decía Mila mirando a su compañera a través del plasma: “Hoy vamos a estar juntas, pero lo que suceda aquí se me va a olvidar porque si no, nos va a engullir a todos y a mí no me va a engullir mi trabajo porque todos, en el fondo, acabaremos engullidos por un Mississippi si seguimos como estamos”.
Y esta mención al río Mississippi, ya que es donde se asegura que se lanzó Ylenia Carrisi, la alusión que ha acabado con la paciencia de Lydia, que escuchaba hasta ese momento a su compañera: “¡Qué sucio!”
La colaboradora le ha recordado a su compañera que las lágrimas no son solo cosa suya, también ha visto a Mila pasarlo “muy mal” por cosas que han vivido en plató y le acusa de dar una imagen errónea suya: “Yo también tengo mi familia, mis amigos, mis viajes…”
“Ella me ha soltado tres y yo no he soltado ni una, pero ella es así”, se quejaba Lydia.
Como era de esperar, su cara a cara no iba a ser fácil. Mila Ximénez iba a preguntar algo relacionado con la fuente de Lydia y la aludida se plantaba: “¿Me llamaste resucita-Ylenia y tienes el valor de preguntarme sobre la fuente?”