Mila Ximénez ha intentado guardar silencio durante el debate sobre la marcha de Matamoros. Mientras sus compañeros especulaban con los motivos y sobre si se trata de una decisión definitiva, Mila ha callado e incluso ha abandonado el plató. Sin embargo, cuando ha visto una promo del ‘Deluxe’ en la que se anunciaba que se abordará si su adiós es definitivo o no, Mila ha estallado.
“No voy a mencionar a este señor y a su familia hasta que no se resuelva lo que se tenga que resolver”, ha anunciado la colaboradora, que se ha quejado: “Aquí ha habido mucha soledad, yo también me he sentido muy sola ante un asunto legal”.
Hernández ha apuntado que el verdadero problema de Mila Ximénez y Kiko Matamoros viene por la demanda que interpuso la mujer de Kiko, Makoke, contra la colaboradora. Mila pidió perdón público pero, según nos han contado, Makoke le pidió firmar un documento en el que se comprometía no solo a no volver a hablar nunca más de ella, también a pagar las costas de un juicio que aún no se había celebrado. Un documento que, al parecer, Kiko no conocía en su totalidad.
Recordar esto ha provocado el enfado de Mila: “Llevo dos años sin abrir la boca pero ya no puedo más con este maniqueísmo, con este concepto de compraventa de la moral y de poner el precio orgánico, el que a ti te sale”.
“Me lo tendrá que decir un juez, si pierdo pagaré y si gano pagarás”, ha afirmado Mila, “es muy fácil que te puedan demandar y declararte insolvente, yo pago lo mío. Insolvente de qué”.
“Cómo te aprovechas de que no puedo seguir hablando”, se ha quejado la colaboradora, que asegura que no ha querido hacerle mal: “Jamás te he querido hundir la vida y tenía mimbres, muchos, privados y profesionales. Te he echado una mano siempre, colando cosas que no se podían colar”. Es más, Mila cree que el momento de su marcha no es una coincidencia: “¡Qué casualidad que cuando se estaba todo aclarando que tu mujer te estaba mintiendo a ti con respecto al documento te has ido”.
Arrepentida de hablar por alimentar la polémica, Mila ha concluido: “Al final te voy a hacer el caldo gordo porque te van a poner esto el sábado, al final te sigo dando el pienso porque soy imbécil”.