Miguel Bosé ha ganado el juicio emprendido por su expareja, Nacho Palau, que quiere que se reconozca que sus hijos y los del cantante son hermanos: cada uno es padre de dos niños y Nacho pide que se les trate como hermanos.
A pesar de todo, Palau se muestra optimista porque la sentencia al menos ha reconocido que había “un proyecto de familia” aunque es cierto que el tema de reconocer la filiación es “más complicado”.
Y es que no existe jurisprudencia para legislar en esta situación. Eso sí, tiene claro que llegará hasta el final y recurrirán la sentencia: “Voy a por todas, por mis nanos lo que sea”.