La relación de Marta Riesco y Antonio David Flores ha supuesto un auténtico torrente mediático que ha derivado en pullas, zascas y hasta enfrentamientos con otros colaboradores de televisión, en concreto de ‘Sálvame’.
Marta Riesco lanzó una pullita a las presentadoras de ‘Sálvame Lemon Tea’ en directo. Estaba en Vitoria, al igual que Kike Calleja, y el reportero de ‘Sálvame’ aprovechó la conexión en la que hablaba de Urdangarin para hablar con la periodista. Ella se negaba a hablar de su relación con Antonio David Flores, pero sí que lanzaba un zasca a las presentadoras: “Les mando un beso a las dos, a ver si me tratáis con un poquito más de cariño”.
No es el único problema con María Patiño. La presentadora insiste en que Marta es "una víctima" de Antonio David Flores, a quien le acusa de engañarle con el tema del divorcio de Olga Moreno. Es más, quiere que el foco mediático se centre en él y no en su nueva pareja.
Sin embargo, la situación entre ellas se complicó y la colaboradora de 'Sálvame' daba un paso más: “Marta Riesco ha azuzado para que me intenten pedir una pena de prisión”.
En primer lugar, Marta dejó claro en directo que su intención era demandar “por lo civil y por lo penal” a Anabel Pantoja. El motivo eran sus declaraciones sobre el episodio subido de tono que supuestamente presenció en Cantora un 31 de diciembre con dos mujeres como protagonistas.
Anabel nunca la nombró expresamente, pero su nombre se mencionó y Marta Riesco anunciaba medidas legales ante una Anabel sin miedo que le invitaba a llevarla a donde quisiera: “Tú, al banquillo como tu tía”, respondía la periodista.
Trabajaron juntos en el pasado pero, según una confidente, en la actualidad Alonso sería un "títere" en manos de Marta. De hecho, le retrata como un "topo" de 'Sálvame' y deja caer que le tendría a sus pies también en el terreno amoroso si Marta así lo quisiera.
Alonso Caparrós los desmiente todo y añade que, si Marta ha dicho algo semejante, sería una "mentirosa patológica". El colaborador asegura que cuando fueron compañeros de trabajo, percibía a Marta como una buena profesional pero también con altas dosis de "divismo" que acabaron por pasarle factura.
Según Alonso, la invitaron a marcharse tras rebelarse contra la dirección del programa.