Que si le duplican la imagen, que si le ponen su canción favorita… María Patiño abre la boca para hablar y la dirección le gasta un par de jugarretas constantemente. De hecho, hasta la enfocan a ella cuando otro habla y la colaboradora ha estado a punto de perder la paciencia. “Me voy a mi casa”, gritaba. La dirección, a través de Kiko Hernández, le proponía que hablara escondida debajo de la mesa y ella se ha enfadado aún más: “¡No vais a acabar conmigo, me da absolutamente igual!”