La ruptura de María Lapiedra y Gustavo González ha dejado varios heridos por el camino. La ex de nuestro colaborador aseguró que Antonio Montero tambiém le había sido desleal a su mujer (después de que él la atacara) y ha asegurado en ‘Sálvame’ saber secretos de más colaboradores: “Tengo informaciones que todavía no han salido”. María ha explicado que Gustavo le contaba "cotilleos" de sus compañeros en la intimidad aunque no ha querido desvelarlos: “No voy a ser yo quien los saque”.
Pero lo que sí ha contado es la opinión que Gustavo tiene de cada uno de nuestros colaboradores. Lapiedra ha asegurado que su expareja nunca fue un falso en plató y lo mismo que decía delante de cámaras, lo mantenía una vez que se apagaban: “A Chelo siempre le agradecía que le hubiera abrazado mientras todos le daban la espalda”. Además, María ha contado que a Gustavo "no le cae bien Kiko Hernández" y que guarda cariño a Mila Ximénez, Terelu Campos y Lydia Lozano.
Por otra parte, uno de los motivos por el que la reconciliación entre la pareja parecía imposible eran los ataques que María Lapiedra había hecho a la exmujer de Gustavo González. El colaborador reconoció que le había pedido "mil disculpas" a la madre de sus hijos y ahora le ha tocado el turno a ella: “Le pido perdón a ese mujer, que no la conozco". María ha reconocido que se arrepiente de sus ataques pero se ha negado a enviarle un mensaje directamente: "No le voy a pedir perdón mirando a cámara".
Además, María ha detallado cómo fue la primera vez que se encontró con la ex de Gustavo González, ha explicado que se cruzaron accidentalmente a la salida de un supermercado y ha recreado cuál fue la reacción de la primera mujer del colaborador: "Agachó la cabeza cuando me vio".
Pero lo que Lapiedra no se esperaba era que Gustavo González entrara por teléfono en el programa. El colaborador ha reconocido que lo está pasando "muy mal" con tanta polémica, ha asegurado que lo que más le duele es la actitud de María y no ha podido llegar a un entendimiento con la que ha sido el amor de su vida. "No se por qué llamas para discutir chorradas", le ha recriminado María.