Tras la terapia a la que se sometió Cristian Suescun, hijo de Maite Galdeano, y tras sincerarse y decir que se sentía la "oveja negra" de la familia, Maite aceptó visitar el plató de ‘Sálvame’ para aclarar las diferencias que los separan. “Ha tenido mucho cariño pero cuando no te hace ni caso, por más que te lo propongas… ¿Qué haces como madre?”, ha dicho Maite y es que, asegura que tras la separación con su marido le costó mucho “enderezar” el camino de su hijo porque era un niño muy “rebelde”.
En el momento de su "traumática" separación, Maite se sentía “anulada” y no se veía con fuerzas suficientes como para cuidar a sus dos hijos sola por lo que decidió que Cristian viviese con su padre. “Dejó los estudios y se juntó con personas que le llevaban a salir mucho por las noches”, ha dicho sobre su hijo. Fue entonces cuando Maite decidió que lo mejor para su hijo era que volviese a casa y viviera junto a ella y su hermana Sofía Suescun: “A los 18 años vi que iba a peor y entonces le invité a que se quedase conmigo viviendo”. Aun así, Maite ha dejado muy claro que quiere mucho a su hijo: “Lo amo, lo adoro”.