Lydia Lozano se ha operado de las cervicales por un aplastamiento de médula y, tras una semana de baja, se incorporó a su puesto feliz porque todo ha ido bien.
La colaboradora está estupenda, pero cuida de tapar su cicatriz con apósitos, pañuelos o cuellos altos… pero Kiko Hernández tiene una duda: “¿Si te han operado de esta parte cómo puede ser que te abran por aquí para llegar aquí?”
Y es que la herida de Lydia no está en la parte posterior del cuello, está delante. El colaborador quería que Lydia la mostrara pero ella se negaba en rotundo: “Es muy desagradable, enseñar una cicatriz en televisión es muy gore”.