Lydia Lozano ha pasado 35 días confinada en casa. Coincidiendo con la declaración del estado de alarma, la colaboradora de ‘Sálvame’ empezó a sentirse mal. Sus síntomas eran compatibles con los que provoca el coronavirus así que le recomendaron que, por prevención, no saliera de casa y estuviera aislada.
Días después y, ya sin síntomas, le han hecho una prueba y el resultado está claro: ni tiene ni ha tenido coronavirus, lo que ha sufrido ha sido una fuerte gripe. En directo, hemos visto cómo ha pisado la calle después de más de un mes sin salir ni para comprar o pasear a su perro.
“Muy nerviosa”, la colaboradora le ha contado en directo a Kike Calleja que le daba “pavor” salir a la calle. Le da mal rollo pensar en que tiene que mantener las distancias, va a echar en falta los besos y abrazos porque es muy de “achuchones”, pero le da igual.
También en directo la hemos visto subirse a su coche con aguantes, arrancar, llegar a Telecinco y, por fin, pisar el plató de nuevo. Y ha entrado como solo ella sabe hacerlo, arrollando. Abriendo los brazos como si los abrazara a todos en la distancia, gritaba y decía: “¡Qué subidón! ¡Ver a gente que conozco! ¡Qué alegría veros, no os lo podéis imaginar!”
La música inundaba el plató y, ya más tranquila, se sentaba en su silla: “¡Qué tardes me habéis dado! ¡Qué gusto veros!” Lydia seguía impactada tras haber visto Madrid vacío, lo que le parece “un mundo aparte” y nos confiesa que ha estado muy impresionada: “He llorado mucho y me ha costado mogollón salir, porque soy aprensiva y vivo con una persona”.
La colaboradora no ha podido evitar emocionarse viendo a sus compañeros: “Habéis estado divertidísimos, hasta me he reído con Matamoros ¡Fíjate si estoy sensible!”